Qué son distinto tienen las Campanas,
según la estación del año,
al llamar al feligrés a misa.
¡Qué son distinto!
En primavera y verano
doblan alegres, saltarinas
como la risa de un niño
que devanara un parloteo loco.
Son golondrinas
que revuelan gozosas
mientras Congregan a las buenas gentes
con su tañido.
En otoño e invierno,
qué diferentes.
Llevan dentro de sí
un tinte melancólico
que las vuelve más graves y profundas.
Son un quejido
que rima con la triste
atmósfera de tono gris del día.
RECUERDO LEJANO
Cuánto tiempo sin ver ni oír
esto que ahora me extasía
en la dormida paz del pueblo:
una pincelada muy suave
sobre todos los campos del entorno
que los viste de blanco
con su blanco cendal de niebla.
Cuánto tiempo sin escuchar
un valiente grito de gallos
que despiertan al pueblo
y retan al congénere vecino.
Lejos de la gran urbe,
gozando del sosiego
del reposo tranquilo en este pueblo,
al compás de la niebla matinal
y del canto bravío de los gallos,
también siento que el alma se serena
y viste de hermosura y paz no usada,
mientras queda «la luz»
queriéndose asomar a mis pupilas.