En tus rosas vi la vida amagada,
el insondable crepúsculo mecía la brisa,
rozando la luz de la mañana.
Quimera de tu risa va diciendo
las rosas hablan.
Y yo en el minúsculo rincón
de un corazón olvidado.
De tu corazón, ahí callada
sin decir que te amo.
OTOÑO
Y no va la flor al viento,
pero el viento va a la flor.
Ni la hojarasca se queda
en el árbol que secó.
De unas ramas de hojas muertas,
que un día lució verdor.
Otoño de rabia, y queja,
sin trigales, sin color.
Amarillas tus cenizas
van diciéndonos adiós,
con un manto de tristeza
que el invierno recogió.