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No fue casual el pasar por la calle Pérez Galdós en busca de
la Iglesia Evangélica, sino consecuencia de la película que me
dejó mi amiga Manuela; en ella se contaban los problemas de
convivencia de dos familias centroeuropeas enfrentadas por sus
ideas religiosas y en la que tras muchas peripecias se impone la
comprensión y la tolerancia.
Al llegar a ella me atendió, con mucho más que cordialidad, su
Pastor D. José Luis Troncoso, el cual me guió y explicó muchas
cosas relacionadas con su misión, la organización de la Iglesia
Evangélica y, como no, con el templo.
Este, se denomina Iglesia Evangélica Española EL BUEN PASTOR y
su origen en San Fernando se remonta a 1872. Fue fundada por D.
Abrahán Ben-Oliel, descendiente de judíos españoles expulsados
por los Reyes Católicos, y que era misionero de la Iglesia
Presbiteriana Unida de Irlanda; aunque su llegada ocurrió en
1871, no fue hasta el 19 de mayo de 1872 cuando adquiere la casa
de la calle Pérez Galdós con la idea de convertirla en capilla y
escuela. Poco tiempo estuvo D. Abrahán entre nosotros, pues dos
años más tarde fue destinado fuera de España con otros cometidos
relacionados con su actividad misionera.
Le sustituye en la dirección pastoral D. Ángel Blanco Fernández,
el cual fue el que crea la iglesia como tal, pues en 1875 se
constituye su primer Consejo de Ancianos compuesto por 12
miembros y de tres comisiones: Justicia, Caridad y
Administración. En este tiempo se incrementa el número de
miembros activos de la comunidad y bajo la dirección
administrativa de D. Ángel, se acometen diversas obras para el
arreglo y la mejora del templo, como fue el dotarlo de luz de
gas en 1880 y la adquisición de elementos para el culto como el
armoniun, que es el que se usa actualmente, adquirido en 1877
por la no pequeña cantidad de 3.400 reales. Es de destacar que
ante su insistencia, el Consistorio municipal no tiene más
remedio que acometer las obras de reparación y el adecentamiento
del cementerio civil que en aquellos tiempos estaba reservado
para las personas no pertenecientes a la religión católica y
para los suicidas. Este Pastor, para mí el verdadero creador de
la Iglesia Evangélica de San Fernando, murió tras larga
enfermedad y con sólo 55 años de vida, el 25 de abril de 1894.
En 1898 se abre la Escuela Evangélica Primaria, idea que ya
estaba en los planes de la fundación, y que duraría hasta los
luctuosos sucesos de 1936. A pesar de la incomprensión e
intolerancia, se continua la labor emprendida, y así se dota al
templo con la instalación en 1905 de luz eléctrica, se coloca un
rotulo en la fachada señalando la existencia de una Iglesia
Evangélica por el que se tiene que pagar -y se continua pagando-
arbitrios municipales, como si de un cartel publicitario se
tratara; pero a pesar de los desvelos de sus miembros, en 1911 y
afortunadamente sin víctimas, se produce la caída de la casa
pastoral que ocupaba el fondo del solar en lo que actualmente es
el patio interior.
La situación de la comunidad evangélica en esos años es bastante
delicada, como acuciante es la de todo San Fernando, pero no por
eso se rinde, sino que durante algún tiempo (solo los domingos)
funciona en ella un comedor que se sufragaba de donativos y de
las ganancias obtenidas de la venta de bloques de cemento que el
Pastor y niños de la Escuela Dominical fabricaban para tal fin.
Este emprendedor Pastor, D. Miguel Blanco Ferrer, nombrado en
1928, fue asesinado el 9 de octubre de 1936 en la represión
ocurrida en San Fernando en los primeros meses de la «incivil»
guerra de sublevación. La supresión del templo, de sus cultos y
de la escuela fue un hecho muy doloroso para su congregación;
pero el domingo 2 de septiembre de 1945 se realiza la reapertura
del templo al público, siendo su Pastor D. Julián Pérez, que lo
era además de Jerez de la Frontera.
Desde esos precisos momentos se comienza con la rehabilitación
del templo y de sus dependencias, pero es a partir de 1958
cuando se realizan las obras que lo dejan como lo conocemos en
la actualidad. La finca edificada en dos alturas se distribuye
de la siguiente forma: la planta baja se reparte entre dos
salones, uno dedicado a reuniones y grupo joven y otro
multifuncional (oración y estudios bíblicos), un patio interior
y el templo; éste es de forma rectangular y recibe la luz a
través de seis ventanales, de los que cuatro dan a la calle
soldado Pérez Murga, y ocupa la mayor parte de esta planta, en
el se realiza la predicación de la Palabra de Dios todos los
domingos y la Cena del Señor dos veces al mes; el presbiterio
está presidido por la Palabra colocada sobre una mesa y la
fuente bautismal, al otro lado de la pila se encuentra el
armoniun al que ya me he referido. La planta superior está
ocupada por la vivienda del Pastor.
La Iglesia Evangélica Española (I.E.E.), que anuncia que la
salvación es exclusivamente por la confianza (fe) en la bondad
de Jesucristo, se rige mediante su Sínodo General compuesto por
igual número de ministros y laicos (gobierno
presbiteriano-sinodal); ésta, que sólo reconoce dos Sacramentos
como instituidos por Jesucristo, el bautismo y la Cena del Señor
(nuestra Eucaristía), atiende en San Fernando a miembros de unas
treinta familias, y a pesar de su cercanía a la Iglesia Mayor,
las únicas relaciones que mantiene la Iglesia Evangélica con la
Católica en San Fernando es a través de la Parroquia del Santo
Cristo, con un encuentro anual de oración y que va por su octavo
año.
Espero que este puente no sólo permanezca sino que pronto se
convierta en una ancha vía de comunicación.
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