Rincón de la Poesía

Antonio Ocaña García San Fernando

  



 

ASÍ DE SOPETÓN

Así de sopetón, sin disolvente
mi yo engreído ensimismado en el trajín
a lengüetazos caninos la vergüenza
con agallas insultantes de brillantón
propongo y dispongo con hechuras
de mi error casi imborrable.
Mi ser en el recipiente no se trasmuta
si yo no hubiera sido
todo sexo negro de mis actos desproporcionados.
Hay un abismo al abrir los ojos
que creo abiertos en el yo verdadero,
mas, por todo lo vivido
me ha tocado ir detrás por caminos de otros.
Así de sopetón, desnuda el alma
el placer animal como mi terapéutico
acostado con vosotras - ¡mujeres!
casi siempre nunca he sido yo.
Arrinconado por todos los deseos
moriré con el portón abierto
después de haber resistido a tantos cántaros
de agua fresca, de pechos ansiados, gozados.
Y con vosotras mi caos zafó limpio
firmó el cancionero que no verá la música,
pero quedó el dulzor de las melosas jarras
radiaciones que emito sin apariencias;
así de sopetón, brotará la flor que huela.
 

TU CRISTAL

Veo tus brazos abrazados
y tu boca que bebía
otra sed de fuego apagado
abucheo en una obra mía.
Por ceder el yugo conocido
fuiste presa en batida
ave sin alas
paloma sin blancura.
Lazos rotos, desatados
estampa mugre, de repetida
y creías que sola bien andabas
yo no creía tan mala huida.
Veo tus brazos abrazados,
se rompe el cristal de tu figura.