Iré de viaje un cálido verano,
¿qué quedará de mi estancia,
la memoria del ayer?,
¡o quizá lo que pude haber hecho mañana!.
¿Quedará el vacío, o el aire estanco
de la ventana cerrada?
Cuando pase por allí el día, en su ocaso,
¿qué le dirán mis sombras
en la ausencia obligada?,
¿qué le dirán los libros, el sofá,
y el espejo de la sala?
?Qué dirán los recuerdos de lo que
yo soñaba antes de salir el alba?
Se oirán los destellos
de los paisajes que anduve lejos,
siempre desde allí, quedando quieto,
de tiempos que fueron escritos
y son ya desvelos eternos.
Y quedarán pensamientos junto al aire
que desplazaba al construir mis versos,
...y mis oraciones, que habrán impregnado
el recinto de todo lo hermoso y bello,
y versos, versos... muchos versos de intentos...
y una sombra azul de haber vivido
un alma con su cuerpo.