Rincón de la Poesía

Mari Carmen Rubio Madrid

  


 


TARDES DE LA MEMORIA

Sabes que existen tardes hechas para morir;
no sé si de nostalgia, de esperanza o de olvido,
mas esas tardes llegan
lamiendo de cipreses las ventanas.
Y sabes que se puede
enfermar de tristeza entre su bruma
o desaparecer, impunemente,
si no olvidas dejar intactos los armarios.
Sabes que existen tardes
que te arrastran de ti hasta que sientes
la soledad del mar; toda la indiferencia
que algunas veces muestras por los náufragos
tendidos en la orilla,
hasta que crecen algas en su pelo,
hasta que el cuenco-sombra de la mano
se les vuelve gaviota
sin memoria de playa ni de sal.
Sabes que no se puede velar toda una noche
aguardando caricias,
porque ninguna mano
vendrá a habitar el aire que rodea tu cintura,
que sólo existen dedos
para arrancarle hojas a la soledad.
Pero también hay tardes
que te sientes en paz y te quieres un poco,
y piensas que es bastante haber tenido
el pecho, alguna vez, poblado de palomas
y haber amado tanto y que casi te amaran...
que hay momentos sublimes
en que una luz de fondo, no heridora a los ojos,
te invade los abismos
te inunda el corazón y te arroja a su vientre,
crisálida sin duelo en el origen.