Cadáveres de espuma
son los yermos rosales del paseo
vestidos con el hábito
de frío y de tristeza
que les puso el invierno
Qué incertidumbre en la mirada
al acercarse a ellos!
Presagios de una muerte son que crece
con una fuerza rota
y llevan -avance del fracaso
de la estación mordida por el clima impío-
esa belleza inexplicable
de toda decadencia;
esa música grave
que albergan los adioses
inciertos teñidos de tristeza.
BRISA
Pasaste como brisa por mi vida
y ya la convertí en el vendaval
de mi pasión profunda.
Amo el viento y la lluvia,
si hablando están de ti.
La calma me exaspera, si no encuentro
el rastro de esa brisa que trajiste
desde el mismo momento en que te vi.
Hartura no saciada
de tu blando perfume,
me conduce a los prados
donde -triunfal clamor- está presente
un augusto mensaje de luz verde.
Que no cese tu brisa
y no se apague el verde
del prado sin mancilla de tus ojos.