Y tú, Antonio...
¿Quién eres tú?
Quién eres y como te despeinas,
y como te engalanas
por detrás de tu mirada,
al borde de lo íntimo.
Quién se cuelga de tu cintura,
de tu cadera,
de lo lento de tu sonrisa
quién se cuelga...
Quién se engalana
con la luz de tus quereres y sueños
de terciopelo. Quién traspasa
el borde de tu latido,
de tu corazón sintiendo
la linde del proyecto,
la orilla de tu cielo.
Quién se cuelga de tus brazos,
de tus manos,
de tu cuello quién se cuelga,
qué calideces te envuelven
qué susurros te mecen.
Quién te canta,
quién suspira tristezas lentas.
Quién te ilumina la cabeza
y te abanica el aire
y te pinta luceros
en las espaldas y en la cara,
luceros pequeñitos, de juguete,
en tu boca llena de flores,
de caramelos, de colores.