![]() |
Portada gral. | Staff | Números anteriores | Índice total 1999 | ¿Qué es Arena y Cal? | Suscripción | Enlaces |
Conforme indicaba en mi artículo "Intervención militar italiana
en España, 1936-39", publicado en el núm. 54 de esta revista,
paso a describir someramente la inusitada actividad desarrollada
a lo largo de toda la guerra por la aviación italiana -y su
trascendencia-, con base operativa desde el principio de la
contienda en el renombrado "portaviones" que suponía la isla de
Mallorca, conocida y valorada por ambos bandos -y mucho más por
los italianos- y que ya expuse detalladamente en la citada
revista, independientemente de la que operaba en la península.
Al
producirse la rebelión militar el 18 de julio, ostentaba el
mando de la Capitanía General de las Baleares el general Manuel
Goded Llopis y había quedado en su poder todas las islas, a
excepción de la de Menorca y la pequeña base de la Aeronáutica
Naval de Pollensa, en el Norte de la Isla de Mallorca (con la
particularidad de que todos los hidros estaban inoperativos).
Asimismo existían pequeños focos leales, constituidos
principalmente por Carabineros en La Puebla y Manacor. No
obstante, como en los planes originales del golpe de Estado,
redactados por el "cerebro" de la conspiración, general Emilio
Mola, figuraba que el general Goded habría de asumir el mando de
la rebelión en Barcelona, éste se trasladó a la citada capital,
con su Plana Mayor, a bordo de 4 hidroaviones de la Aeronáutica
Naval, Savoia "S-62", procedentes de Mahón, que amerizaron en la
bahía de Palma y amararon en el mismo puerto de Barcelona,
trasladándose seguidamente a la Capitanía General, donde unas
horas después eran detenidos al fracasar la sublevación. El
General Goded fue procesado y, en Consejo de Guerra de Oficiales
Generales, fue condenado a muerte y ejecutado. (Los citados
hidros, inmediatamente después de su llegada a Barcelona,
regresaron a Mahón donde sus mandos fueron depuestos.)
Al ausentarse indebidamente de Palma Goded, asumió el mando el
coronel de Ingenieros Luis García Ruiz, por lo que fue éste el
que en los primeros días del mes de agosto recibió a los mandos
de los destructores italianos "Maestrale" y "Nicolo Zeno" y unos
días después al "Lanzerotto Malocello" que venía escoltando al
mercante "Morandi" con un importante cargamento de material
bélico, entre el que figuraba bombas de aviación de 100 kg., 4
cazas Fiat "CR-32" y personal de vuelo, mantenimiento y
guarnición.
En la madrugada del 16 de agosto tenía lugar el desembarco en
Porto Cristo de las fuerzas republicanas que habían partido de
Barcelona y Valencia con la intención de apoderarse de la isla
de Mallorca, al mando del capitán de Infantería, incorporado a
la Aviación, Alberto Bayo Giroud, el cual contaba con el apoyo
naval de los destructores "Almirante Antequera" y "Almirante
Miranda".
El aéreo consistía en una decena de obsoletos hidroaviones
"Macchi M-18" (cazas) y "Savoia S-62", que, carentes de bombas,
arrojaban proyectiles de mortero de 50 y 81 mm., los cuales se
vieron sorprendidos y rápidamente eliminados de la "escena" por
los cazas "Fiat-CR-32" italianos y por 3 grandes y modernos
hidros "Savoia S-55X" llegados a Palma en la mañana del día 18
-o sea 2 días después del inicio del desembarco-, los cuales,
utilizando las bombas de 50 y 100 Kg. recién recibidas de
Italia, desencadenaron el terror entre los indefensos buques
mercantes de apoyo logístico. Los 2 destructores,
insuficientemente protegidos por tan sólo 1 cañón a/a. de 76mm.,
hacían lo que podían. ¡El mando republicano no pensó en que
Italia iba a intervenir en la contienda! (Relatado parcialmente
en las revistas núms. 47 y 54.)
Las bombas de 100 kg. era algo inusitado en aquellos momentos,
pero que pronto habrían de ser superadas por las de 250 kg.
italianas que arrojarían sobre el litoral mediterráneo español
los "Savoia S-81" y, en otros casos, como el bombardeo del
acorazado "Jaime I", por un "S-81" el 12 de agosto del 36 en las
proximidades de Málaga, en que fue alcanzado por 2 bombas de 250
kg. (Relatado en la revista nº 32).
El "peso" de estas bombas habrían de quedar muy pronto
"ridículo" comparadas con las que se utilizarían en la II Guerra
Mundial en ambos bandos contendientes, entre las que batió el
récord la de 6.000 kg. inglesas, que se hicieron célebres como
"revienta manzanas" ¡de viviendas! La utilizaron también para
hundir al súper-acorazado nazi -incluida la voltereta- "TIRPITZ",
fondeado en el fiordo noruego de Trondheim, en el que tan sólo
supervivieron una decena de hombres de los más de 3.000 que lo
tripulaban.
Superado este largo -pero supongo ilustrativo- inciso, prosigo
con el tema.
El día 20, o sea, 2 días después de la llegada a Palma de los "Savoia
S-55X", fueron los 3 sorprendidos en la bahía de la citada
ciudad por 7 "Savoia S-62" republicanos procedentes de Mahón,
los cuales tan solo lograron averiar a uno de los "S-55X". Por
lo que, comprendiendo el Mando italiano el riesgo que corrían,
dispuso el regreso a Italia de los otros 2 en la amanecida del
día siguiente. Durante los 2 días de actividad habían lanzado
sobre la cabeza de puente y buques de apoyo, un total de 24
bombas de 100 kg. y 12 de 50 kg. Enseguida harían su aparición
los bombarderos trimotores "Savoia S-81" y proseguirían su labor
hasta el reembarque de las fuerzas desembarcadas. Habían llegado
procedentes de Cerdeña el 28 de agosto los primeros 3 aviones.
El 26 de agosto llegaba a Palma a bordo de un hidroavión "Cant-Z"
el ya, al parecer, célebre personaje Arconobaldo Bonaccorsi
"Conde Rossi", cónsul de la Milicia Fascista, enviado por
Mussolini a Palma con la misión expresa de SEMBRAR EL TERROR,
para lo cual recorría la isla vestido con su camisa negra con
una enorme cruz blanca sobre el pecho, pilotando personalmente
un coche de carreras y seguido como podían por otros vehículos
cargados de hombres "armados hasta los dientes", cuya misión
resulta obvio reseñar, aun cuando existan diversas versiones al
respecto, pues unos lo tachan de cruel y otros de generoso y
amable... y él pregonaba que necesitaba, por lo menos, "una
mujer por día". Pero la misión que le habían encomendado
concordaba con su carácter: la implantación del terror fascista.
El 31 de agosto a bordo del crucero italiano "Fiume", fondeado
en la bahía de Palma, tuvo lugar una reunión hispano-italiana,
presidida por el Capitán de Navío Comandante del buque, Luigi
Sansonetti, para tratar de la ayuda italiana (de la que no
existe constancia), pues desde el inicio de la misma dijo el
Presidente con toda solemnidad la lapidaria frase: ESTA REUNIÓN
NO HA TENIDO LUGAR". A la misma asistieron por parte española el
Auditor Zarrauz, el marqués de Zayas, March Servera, Artiach,
García Roselló y el Gobernador en Funciones de la isla coronel
García Ruiz. Por parte italiana, el Conde Rossi y Carlo
Margotini -Comandante del destructor "L. Malocello"-. En el
preciso momento en que el Presidente trataba del mando de la
Isla, lo interrumpió García Ruiz, pidiéndole permiso para
desembarcar, pues había sido nombrado Jefe del frente de combate
y dentro de unos minutos debía salir para el mismo. Añadió que
se habían tomado todas las medidas que él había citado, y "que
los minutos se le hacen horas por el deseo de estar al frente de
las tropas". Le fue concedida la dispensa y fue precisamente el
Coronel el que, al cabo del tiempo, desveló la reseña de la
reunión. Los demás asistentes españoles cumplieron a "rajatabla"
la consigna de "no hablar".
Ante la aplastante superioridad de la aviación italiana y el
riesgo de exterminio, por falta de apoyo logístico, el Gobierno
republicano dispuso la retirada de los frentes y el reembarque
de las fuerzas, por lo que ordenó la intervención del acorazado
"Jaime I" y del crucero "Libertad", que en unión de los 2
destructores citados, cubrieron en la noche del 3 de septiembre
la operación, con mayor orden y éxito del previsto, en una
operación que muchos pensarían sería algo así como "sálvese el
que pueda". El fuego de los buques sería vital.
Los alzados y sus aliados italianos celebraron la victoria en
Palma con la asistencia de las autoridades, entre las que
figuraba el Obispo y el Capitán de Navío, comandante del crucero
"Fiume", Sansonetti. Igualmente sucedió en el viejo aeródromo de
Son San Juan (una "sombra" de lo que pasado unos años llegaría a
ser) por parte de las dotaciones y personal de mantenimiento y
guarnición de los "Savoia S-81" y de los "Fiat CR-32".
Finalizada la lucha en la isla, los aviones italianos podían
haber regresado a Italia, pero los ambiciosos planes del Duce
(reseñados en la revista núm. 54) le inducían a permanecer e
incrementar sus efectivos, con el "secreto a voces" fin de
ayudar a Franco, para a medio plazo poder contar con su
agradecimiento y ayuda, con vista a los "imperiales" planes
bélicos que acariciaba. Por ello nace "L'Aviazione Legionaria
delle Baleari", se establecen líneas aéreas y marítimas. El
aeródromo de Son San Juan fue notablemente agrandado, dotándolo
de dos grandes pistas y hasta de iluminación en las mismas con
vistas a vuelos nocturnos e instalando defensas antiaéreas.
Asimismo Palma fue equipada con material italiano como base
naval secundaria y dotada de una batería de 4 cañones a/a de
75mm.
Pronto, el 25 de octubre, empezó a actuar la "aviación
legionaria", haciendo su debut contra Menorca, a cargo de los 12
"S-81" (embrión de la 252 escuadrilla de Bombardeo Pesado),
realizando en pocos días hasta 21 incursiones sobre Mahón, que
al estar protegida por varias baterías a/a. de 105mm. tenían que
bombardear a gran altura, por lo que los resultados eran
bastante mediocres. Uno de los "S-81" fue alcanzado por el fuego
antiaéreo resultando muerto uno de los tripulantes y otro
herido.
Se constituyó un Grupo Autónomo de cazas "CR-32" "Legionario".
Asimismo, una patrulla formada por 3 grandes hidros "Cant
Z-501", los cuales, en el mes de enero 37, fueron cedidos a la
Aviación Nacional para ser utilizados en el reconocimiento y
ataques al tráfico naval. Me pregunto si fue en uno de estos
hidroaviones donde desapareció en una de sus misiones el Tte.
Coronel de Aviación, Ramón Franco Bahamonde, hermano del
Generalísimo. (Por cierto, que en aquellos días circuló -a media
voz- el "chisme o cotilleo" de que habían mandado "quitarlo de
en medio", aprovechando la circunstancia de su proverbial y
endémica discrepancia con todos los regímenes y ante el temor de
que pudiese estar urdiendo algo. ¡Cría fama y échate a dormir!
Pero la verdad al parecer era muy distinta, "pues lo que
pretendían los italianos era hacerlo -de alguna forma- el
responsable de los bombardeos de las ciudades españolas que
pronto se iban a iniciar y con lo que no tuvo nada que ver").
Personalmente, opino que pese a su "fama", era un hombre
sumamente humano y se habría de oponer a los sanguinarios
propósitos de los fascistas italianos bombardeando las ciudades
españolas indiscriminadamente... Igualmente sucedió cuando, unos
meses después, pereció en otro accidente aéreo el general Emilio
Mola, Jefe del frente Norte y artífice de los planes de la
rebelión militar, que también originó sus interrogantes.
Hasta el día 31 de octubre del 36 no recaló en Palma el crucero
nacional "Canarias", que habría de atacar el tráfico naval en el
litoral y diversos objetivos terrestres, como el muy importante
puente del ferrocarril de CULLERA, a la entrada del túnel que
penetra en territorio francés por Port Bou. Se trataba de un
puente metálico de cierta longitud, situado en las alturas de la
entonces pequeña localidad costera de igual nombre, y que
resultaba muy visible desde el mar. Esta vía férrea era vital
para el suministro de material bélico y de toda clase, y la
única existente. Al no disponer de defensas de ningún tipo los
buques se podían acercar todo lo posible. El primer bombardeo lo
realizó el "Canarias", el día 20 de diciembre del 36. El
siguiente bombardeo estuvo a cargo de 3 "Savoia S-81"
procedentes de Palma, sin resultados positivos. Fue atacado
numerosas veces por mar y aire sin que fuese afectada seriamente
su estructura, sólo algunos desperfectos que eran corregidos
sobre la marcha. ¡No estuvo cortado el tráfico ni un solo día en
toda la guerra! ¿Suerte o "maletadas"?
El primer bombardeo que sufrió Barcelona desde el mar tuvo lugar
el día 9 de febrero de 1937, a cargo del cañón de 101mm. del
submarino italiano "Torricelli" (el mismo que había torpedeado
en la rada de Cartagena al crucero republicano "Miguel de
Cervantes"), y a las 04-45 horas se "distrajo" o mejor dicho,
pretendió crear la incertidumbre en la ciudadanía. Lo repitió en
la madrugada siguiente. El tercer bombardeo naval tuvo lugar a
las 19,55 horas del día 13 de febrero a cargo del crucero
italiano "Eugenio di Savoia" que disparó nueve salvas de sus 8
cañones de 152mm. Se lo adjudicaron al "Canarias", erróneamente,
pues el citado buque se encontraba en Ferrol en reparación
(claro que también podía haber sido el "Baleares"). Tampoco
tuvieron en cuenta el calibre, pues eran de 152mm. y los del
"Canarias" de 203mm. Igualmente sucedió en la noche del día 14
en Valencia, esta vez a "manos" del también crucero italiano "Enmanuele
Filiberto Duca d'Aosta" que disparó 125 proyectiles de 152mm. En
ambos bombardeos hubo numerosos muertos y heridos. (Hay que
tener en cuenta que también pudo haber sido el atacante el
crucero nacional "Almirante Cervera" que montaba artillería de
igual calibre, pero quedó plenamente aclarado que fueron los
italianos, pues quedaron proyectiles sin explosionar o trozos
grandes con rótulos en ese idioma. Al final todo se supo.
En ese interregno llegaron a la península y a Palma de Mallorca
los magníficos bombarderos "Savoia S-79", dotados con tren de
aterrizaje o despegue, retráctil, mucho más veloces que los
"S-81" que lo tenían fijo, equipados con motores de superior
potencia, por lo que decidieron dedicar los "S-79" para los
ataques diurnos y "S-81" para los nocturnos, preferentemente.
La actuación de la "aviación legionaria" comenzó ya en firme,
con ataques a 5.000 mts. de altura, destinados a provocar el
pánico y el desconcierto en las poblaciones civiles e industrias
enclavadas en las poblaciones e instalaciones portuarias o
ferroviarias -tan próximas a las habitadas-, evidenciado por las
fotografías aéreas efectuadas por los propios atacantes, que
muestran en la mayor parte de las ocasiones que estaban
destinadas al centro de los núcleos urbanos, causando numerosas
víctimas. Posteriormente incluyeron en los ataques a los buques
surtos en los puertos, tan próximos sus muelles a los núcleos
urbanos.
Por el bando republicano también hicieron su aparición sobre los
cielos peninsulares y de Palma de Mallorca los excelentes
bombarderos ligeros bimotores "SB-2", de fabricación soviética,
llamados vulgarmente como "Katiuscas", tripulados por rusos en
un principio. De estos veloces aviones llegaron una treintena y
disponían de tren retráctil. Inmediatamente realizaron ataques
sobre Palma de Mallorca y las instalaciones de la "aviación
legionaria", como represalia del sangriento bombardeo de
Valencia, alcanzando con una bomba de pequeño calibre al crucero
"Canarias" (en cubierta entre los cañones a/a. 6 y 8) que causó
pequeños desperfectos y varios heridos. En uno de estos
bombardeos fue alcanzado el crucero auxiliar italiano "Barletta",
(que no debía de haber estado allí, pues pertenecía al "Comité
de Control de No Intervención") al que causó una decena de
muertos y heridos y graves averías. El 29 de mayo dos de estos
aviones, simultáneamente con una escuadrilla de destructores que
actuó como "diversión, bombardearon en la isla de Ibiza al
acorazado alemán "Deutschalad" confundiéndolo por su volumetría
con un crucero tipo "Canarias", alcanzándolo con 2 bombas de 250
kgs. -de las 4 que portaban- con excelente precisión, pues se
presentaron a "contraluz", impactando una de ellas en cubierta,
destrozando al cañón de 150mm. de Er. y averiando al cuarto. La
segunda atravesó la cubierta alta (a pesar del blindaje) también
por Er., viniendo a estallar en la cámara de marinería cuando
estaban cenando, incendiando además un pañol de pinturas.
El número de víctimas fue de 31 muertos y 78 heridos. (Hay que
hacer resaltar que pudieron haber sido muchas más, dado el
reducido espacio en que se produjo la explosión. ¡Después de
todo tuvieron gran suerte!). Este buque no debía, desde luego,
haber estado en aquel puerto. No obstante, rápidamente, la Gran
Alemania Nazi dispuso que como represalia bombardease Almería el
acorazado "Admiral Scheer" -gemelo del "Deutschalad"- y 4
destructores, arrojando un total de 275 cañonazos, de los cuales
94 correspondían a las torres triples de 280mm. del acorazado.
Perecieron 31 personas y 55 resultaron heridas. ¡Tuvieron
también mucha suerte, teniendo en cuenta que la mayoría de los
proyectiles impactaron en el centro del núcleo urbano!
(Publicado en el núm. 27 de esta revista, correspondiente al mes
de junio de 1997).
Los "Katiuskas" bombardearon el 1 de julio Sevilla, el día
siguiente Ávila y Talavera, y el 3 del mismo mes Salamanca. Como
represalia, ordenó el Generalísimo a los italianos que
bombardeasen Valencia (residencia del gobierno republicano)
desde Soria y Mallorca, lo que ejecutarían muy a gusto, pues "al
fin y al cabo" no se trataba de sus propias casas y familias...
A todo esto ya se había generalizado el bombardeo continuo de
todas las grandes y medianas ciudades del litoral mediterráneo,
causando numerosas víctimas, aunque de vez en cuando, por los
"gajes del oficio", derribaron algunos de sus aviones y
perecieran sus tripulaciones. Las más "visitadas" eran desde
luego las capitales y en ellas el núcleo central (se trazaban
una línea aprovechando una avenida y la cubrían profusamente de
bombas en ambos lados). Objetivo: las grandes edificaciones y
desde luego las catedrales. Se diría que fueron los precursores
del turismo... Por parte de los republicanos, los "Katiuskas"
visitaban con mucha frecuencia Palma de Mallorca. Repito,
cuestión de "turismo", pero lo grave del caso es que ocasionaban
numerosas víctimas... Y de esta forma finalizó el año 1937, ya
con la presencia de los "Savoia S-79", excelentes bombarderos
trimotores, con tren de aterrizaje retráctil y muy veloces, como
ya he referido.
Precisamente el 30 de diciembre del 37 efectuaron 7 "S-79" un
bombardeo sobre objetivos militares de Tarragona -sin que por
ello no dejase de impactar alguna bomba sobre el núcleo del
casco urbano- que alcanzaron la Tabacalera (utilizada como
fábrica de material bélico) y los depósitos de la CAMPSA,
incendiando entre otros productos 18 millones de litros de
gasolina. ¡Eso sí era un objetivo militar! Hubo 9 muertos y 50
heridos civiles.
Conforme transcurría el año 38, la actividad de la "Aviación
legionaria italiana" -muy incrementada- fue en progresivo
aumento y dedicándose más al tráfico naval y a los buques surtos
en los puertos, a los cuales fueron convirtiendo en auténticos
"cementerios de buques", sin que por ello dejasen de atacar los
núcleos urbanos, pues había que seguir imponiendo el TERROR.
No he referido que en la noche del 25 de enero del 38, fui un
testigo más, desde el campo de Cartagena, de un, al parecer
monumental, incendio ubicado al Norte que iluminaba en la
distancia el horizonte, achacado en los primeros momentos a un
terrorífico bombardeo de alguna ciudad, pensando en sus
habitantes y a cual otra le tocaría a continuación... Esta
sensación y temor duró hasta que una persona con más edad y
culta exteriorizó que, posiblemente, se trataba de una AURORA
BOREAL, visión insólita por esas latitudes. No obstante, se
especuló con que más bien parecía un aviso divino de que llegaba
la PAZ o un CATACLISMO. Ahora yo pregunto: ¿Cuántas personas que
esto lean han presenciado alguna vez una aurora boreal?
En enero del 38 se trasladaba el Gobierno de la República a
Barcelona, por lo que los bombardeos aéreos habían de
intensificarse... Premonición o certeza.
Hay que hacer resaltar que en los ataques al tráfico naval,
participaban ampliamente los hidroaviones "Heinkel-59" de la
"LEGIÓN CÓNDOR", sin discriminar si se trataba de buques
españoles o extranjeros. En el PACTO DE NYON contra los
sumergibles italianos, debían de haber incluido alguna cláusula
contra los ataques aéreos. De hecho los buques británicos lo
repelieron en defensa de su pabellón siempre que pudieron.
El 22 de febrero del 38, cuando operaban frente a Valencia los
cruceros nacionales "Canarias", "Baleares" y "Almirante
Cervera", apoyados por los minadores "Júpiter" y "Vulcano",
fueron atacados por una escuadrilla de "Katiuskas", siendo
alcanzado el "A. Cervera" por dos bombas, una en la cubierta de
Br. que ocasionó, además de las consiguientes averías, 17
muertos, y otra perforante que entró por la chimenea de Pp. y
vino a alojarse en el interior del haz tubular de una caldera de
la cámara 4, pero sin explosionar. ¡Esa fue la gran suerte!
(Relatado pormenorizadamente en el ejemplar núm. 32 de esta
revista, correspondiente al mes de diciembre de l997).
Al contar los germanos-italianos con mayores efectivos aéreos,
se intensificaron los ataques sobre Cataluña, todo el litoral
levantino y sus aguas. Sobre Cartagena se notó claramente a raíz
del hundimiento del crucero nacional "Baleares", lo mismo en
ataques nocturnos que diurnos. En la noche siguiente al
desgraciado acaecimiento se produjo un ataque enmedio del
bombardeo generalizado -a cargo de un hidroavión, que penetró a
muy baja altura en el interior del puerto, sobrevolando antes el
casco urbano, y lanzó un torpedo contra el crucero "Libertad",
fondeado en las proximidades del malecón de la "Curra",
impactando sobre éste. ¡Audaz y valeroso piloto!, que falló
posiblemente por todos los obstáculos que tuvo que superar con
poca luz, lo que le obligaría a "lanzar" ante el temor de
sobrepasar los límites de la dársena.
Cartagena y la Escuadra surta fue muy castigada hasta el final
de la guerra, pero la suerte estuvo a su favor, pues el único
buque alcanzado fue el crucero "Libertad", por una bomba que
penetró en su interior a través de la cubierta de la toldilla,
pero que, al no explosionar, las averías fueron mínimas. Los
demás buques quedaron bien "chorreados" de metralla.
En el transcurso del año 38 fueron hundidos en puertos del
levante español, a causa de ataques aéreos "legionarios", 41
buques españoles y extranjeros. Además, resultaron 3 más
hundidos por submarinos y otro por mina. Casi todos conducían
cargamentos de VÍVERES y carbón. Entre los víveres figuraban
mayoritariamente las "célebres píldoras del Dr. Negrín", ¡LAS
LENTEJAS! ¡Que tanta hambre ayudó a mitigar! El número de buques
extranjeros que intervinieron en este año se elevó a 1443, por
lo que el porcentaje de pérdidas tampoco fue muy elevado. ¡El
dinero que no se gastaría el Gobierno republicano en fletes,
seguros, etc.!
El número de buques republicanos españoles y extranjeros que
transportaron los 4 millones de toneladas de mercancías
importadas durante el 38 fueron los siguientes: VÍVERES: 473,
CARBÓN Y MINERALES: 343, CARGA VARIADA: 316, MATERIAL DE GUERRA:
200, PETRÓLEO Y DERIVADOS: 172, VEHÍCULOS: 72, MATERIAL PARA
EXPLOSIVOS: 41. Un total de 1.617 buques.
Durante los últimos meses de la guerra se intensificaron los
ataques aéreos, por lo que al finalizar en enero la contienda en
Cataluña, se encontraban hundidos o averiados en sus puertos el
número de buques siguiente: TARRAGONA: 6 buques, BARCELONA: 33
buques ,más 7 averiados, PUERTO LA SELVA: 2, ROSAS: 2, VALLCARCA:
1, CALAFELL: 1, SAN FELIU DE GUIXOLS: 5, PALAMOS: 3. ¡Dantesco
espectáculo! A la ocupación de VALENCIA, a finales de marzo del
39, se encontraron hundidos 32 buques y averiados 19.
¡Apocalipsis en tan reducido puerto!
En el puerto de ALICANTE quedaron hundidos 4 buques. En GANDÍA:
3. En ÁGUILAS: 1. En DENIA: 1. En CARTAGENA: 5 (Queda constancia
para la HISTORIA que en la lucha en el Mediterráneo iniciada y
mantenida hasta su final, por Benito Mussolini -el DUCE
italiano-, el mayor PORCENTAJE del éxito -que tanto incidió en
el curso de la guerra- "para bien o para mal", en justicia, a él
se le debe adjudicar, como asimismo de las secuelas de tan
MONUMENTAL CATÁSTROFE).
Además, en los últimos días habían sido hundidos en la mar 3
buques (uno por la aviación y dos por minas).
Durante el decurso de la guerra se perdieron 212 buques
españoles de ambos bandos, de todos los tipos y tonelaje, con
326.808 Tm. de Registro Bruto, equivalentes a más de 900.000 Tm.
de desplazamiento. Asimismo fueron hundidos por acciones bélicas
un total de 73 buques extranjeros, principalmente ingleses,
franceses y de matrícula de conveniencia.
Referente a los buques hundidos en los puertos, hay
necesariamente que resaltar que, afortunadamente y gracias a la
nunca suficientemente ponderada y tenaz labor desempeñada
durante largos años por la "COMISIÓN DE LA ARMADA PARA
SALVAMENTO DE BUQUES", se pudieron recuperar y poner en servicio
al 75% de los buques hundidos. Además, con ello se pudieron
reutilizar muchos Km. de muelles y dársenas que habían quedado
inutilizadas por tantos pecios.
Deseo finalizar este relato con una de las CONCLUSIONES de D.
Rafael González Echegaray, autor del libro que cito en la
"Bibliografía", la cual comparto plenamente y que copiada
literalmente dice lo siguiente: "6ª.- La terrible y gran lección
de la guerra naval de España, 1936-39, no tienen derecho a
ignorarla, ni a olvidarla las generaciones que están a la
vista."
D. Rafael, aprovecho la presente para mostrarle mi
agradecimiento y afecto.
BIBLIOGRAFÍA:
La Marina Mercante y el tráfico marítimo en la guerra civil,
Rafael González Echegaray. Editorial San Martín. Madrid, 1977.
La máquina y la Historia, Nº 18, Bombardeos del litoral
mediterráneo durante la Guerra Civil, (Vol. 1º), José Luis
Infiesta Pérez. Valladolid, 1998.
Pulse la tecla F11 para ver a pantalla completa