![]() |
Portada gral. | Staff | Números anteriores | Índice total 1999 | ¿Qué es Arena y Cal? | Suscripción | Enlaces |
De poco sirvió que, como abogado defensor, tratara de hacer
entender al Jurado, ante los familiares de la víctima
salvajemente apaleada y martirizada, las posibles razones que
llevaron a un joven de veinte años de edad a cometer aquella
atrocidad. Cuando el letrado terminó con su larga disertación de
tintes éticos, el padre de la chica, acusado luego de desacato a
la justicia, se fue para él y lo agarró por el cuello haciéndolo
también responsable de la muerte de su hija.
Mi amigo Luis es una buena persona. Terminó la carrera hace tan
sólo un par de años y ésta era la segunda vez que lo llamaban
del turno de oficio. El inculpado no se quería defender, era
totalmente consciente de lo que había hecho y lo que deseaba era
un juicio rápido y que lo asentaran pronto en donde lo tuvieran
que mandar. Se trataba de una difícil empresa que sostener para
Luis, intentar exculpar al que no tenía la menor intención de
justificarse. Amante de los retos que le presentaba la vida,
tras dos inútiles visitas al preso, se dispuso a trabajar por si
solo para hacer un papel decente en el juicio que ya anunciaba
la radio y la televisión.
Tal vez soñó que este caso, aunque imposible de ganar, le podría
abrir muchas puertas y vislumbrar el ilusionado futuro que su
profesión le podía deparar.
Siempre habíamos llamado a Luis «el humanista» del grupo, porque
constantemente hablaba de que él tenía confianza en el ser
humano. Cuando decidió estudiar Derecho todos lo atacamos
aduciendo que él era demasiado bondadoso para tirar por ese
mundo. El caso es que se entrega con todo el alma para hacer un
honesto trabajo en todo lo que se le presenta realizar. Así, se
sentó ante su mesa de trabajo dispuesto a preparar su defensa,
ante esta difícil ocasión, y creyó adivinar que su única salida
para enfrentarse al penoso caso en litigio se presentó cuando
leyó los datos biográficos del acusado. De hecho, realizó un más
que aceptable papel en su ardua tarea. Estuvo hora y media
discurseando sobre los motivos que pueden llevar al hombre a una
acción tan atroz. Habló de la injusticia de no gozar todos de
una feliz infancia, de vivir desde pequeños conociendo la
miseria y los aspectos más ruines del hombre. Arguyó que
circunstancias como ésas van configurando la vida psicológica
del ser humano, e interpeló a todos para que reconocieran lo que
hubiera sido de sus vidas en una situación como la vivida por
aquel muchacho. También citó la orteguiana sentencia de que el
hombre se hace con sus circunstancias personales, y tras una
filosófica arenga, terminó preguntándonos a todos, que
empezábamos ya a sentir un asomo de lástima por el reo, si no
éramos nosotros los verdaderos culpables de permitir que
situaciones como éstas se mantuvieran aún en los albores del
siglo XXI. En esos momentos se levantó el padre culpabilizándolo
a él también de la muerte de su hija, lo pilló por el cuello y,
si rápidamente no lo hubieran reducido los agentes de seguridad,
la cosa podría haber llegado a peores.
Hay que entender al pobre hombre viendo y oyendo a uno que
intentaba mermar la culpa al que hizo sufrir y le había
arrebatado una parte de su vida. Tampoco debemos dejar dc
comprender a mi amigo, que denunciaba la injusticia que adorna a
nuestra sociedad, aunque hablar de esto y presentar los males
para atajarlo, hoy en día, es una utopía, y vamos dejando de
creer en utopías cuando comprobamos que en el ser humano hay una
parte imposible de entender y mucho menos de teorizar.
Mi amigo Luis, pese a las burlas de unos y los aplausos de
otros, ha dejado la abogacía tras la suspensión de ese juicio y
va a empezar a estudiar Psicología, que va más con su carácter,
y dice que no se ha matriculado en Filosofía porque no crean
algunos periódicos que sigue sus consejos, ya que hubo varios
articulistas que escribieron que más que una defensa del
procesado la hizo de todo ser humano susceptible de caer en
poder del crimen o la violencia, y le aconsejaban que se
dedicara a dar clases de filosofía.
Pulse la tecla F11 para ver a pantalla completa