Nevaba... nevaba...
Y cortaba el frío
de la madrugada.
Y corría la estrella
los caminos blancos
de la Nochebuena...
Nevaba... nevaba...
San José y la Virgen
no encuentran posada...
y María no puede
ni tenerse en pie...
¡Que lejos Belén!
Nevaba... nevaba...
Y un portal oscuro
en la noche blanca...
Y junto a un pesebre,
el buey y la mula
calientan la paja...
Nevaba... nevaba...
La virgen tenía
calor en la entraña...
Minuto a minuto,
María se sentía
más llena de gracia...
Nevaba... nevaba...
Y venían pastores
con sueños de plata...
Y Reyes de Oriente
con camellos lentos
y joyas doradas...
Nevaba... nevaba...
El Rey de los Cielos
nacía entre la paja...
San José tenía
dos lágrimas fijas
en cada mirada...
Nevaba... nevaba...
¡Vino Dios al mundo
por la madrugada!.