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De Cádiz pasa Julián a la Isla de León a seguir el curso de
Estudios Sublimes de Matemáticas, que se inició en la Academia
de Guardias Marinas de Sacramento y termina en febrero de 1792.
El 1 de marzo de 1791 había ascendido a teniente de navío.
Durante el primer año del curso realizó tareas semanales para el
Observatorio y en los dos siguientes ocupó el puesto de ayudante
de las Compañías de Guardias Marinas.
Por Real Orden de 26 de marzo de 1793 regresa al Observatorio
para dedicarse a las tareas astronómicas, y con ocasión de la
guerra contra Francia embarca el 13 de julio de 1793 en el navío
Concepción de la escuadra de don Juan de Lángara, que zarpó para
la primera campaña del Mediterráneo. Se encontraba en su gran
desarbolo sobre Málaga y permaneció allí hasta su difícil
navegación a Cartagena, donde se le efectuó una rápida
reparación. Una vez realizada ésta, zarpó rumbo a Tolón, desde
donde, con la evacuación de las tropas combinadas, regresa a
Cartagena con la escuadra. En Tolón Ortiz-Canelas había sido
desembarcado y destinado al servicio de Ingenieros del Ejército
y, por orden del general jefe de las tropas, quedó en el puerto
de Malbusquet, fortificando esta avanzada bajo el fuego de
mortero y cañón de las baterías enemigas, hasta el abandono del
fuerte por orden del general jefe.
Regresa al navío Concepción, donde se halla destinado hasta el
15 de febrero de 1794, en que pasa al navío Santa Isabel, el
cual arriba a Cádiz formando parte de la escuadra mandada por
don Tomás Gayangos. El 24 de mayo desembarca por encontrarse
enfermo de gravedad, afectado por calenturas pútridas.
Una vez repuesto, el 14 de julio siguiente embarca en el navío
Glorioso, de la escuadra de don José de Córdova, efectuando una
campaña sobre el cabo San Vicente en la guerra contra Francia.
El 24 de noviembre del mismo año es trasladado al navío San
Fulgencio, en el que zarpa de Cádiz para El Callao de Lima a
finales de febrero de 1795. Efectúa navegaciones por el cabo de
Hornos en riguroso invierno, arribando al Río de la Plata a los
ciento treinta días de penosa navegación. Efectuadas algunas
reparaciones en el navío, el buque regresa con caudales a Cádiz
en julio de 1794.
El 9 de julio de 1796 pasa a la fragata Nuestra Señora de la
Paz, de la escuadra de Lángara, haciendo toda la campaña de
dicha escuadra en el Mediterráneo en la guerra contra
Inglaterra, persiguiendo a la flota enemiga sobre las costas de
España, Francia e Italia.
Tomó parte en el desgraciado combate del cabo San Vicente el 14
de febrero de 1797. El 3 de julio siguiente desembarca por
enfermedad y, aún no restablecido, vuelve a embarcar a primeros
de febrero de 1798 en el navío Intrépido, de la escuadra de don
José de Mazarredo, que batía a la flota inglesa que bloqueaba
Cádiz.
El 24 de abril de 1798 se le ordena actuar de defensor del
capitán de navío don José Butler, comandante que había sido del
Conquistador durante el combate de 14 de febrero de 1797.
Por Real Orden de 23 de septiembre de 1798 es destinado al
Observatorio de la Isla de León con la misión especial de
verificar las tareas del ramo de «longitud geográfica», tarea
que realizó hasta el 23 de mayo de 1802, en cuya fecha embarca
en el navío Bahama, de la escuadra de don Domingo Navas. El 15
de febrero de 1803 regresa a su destino de director del
Observatorio, puesto para el que había sido nombrado en
interinidad y fuera de antigüedad el 5 de octubre de 1801,
relevando a don Rodrigo Armesto, que había pasado a situación de
retiro. El 2 de julio de 1804 es ascendido a capitán de fragata,
siendo nombrado director en propiedad por Real Orden del día
siguiente.
El 29 de noviembre de 1804 el Consejo Supremo de Guerra le
autoriza a contraer matrimonio con doña María Concepción
González Navarro.
Durante su permanencia en el Observatorio organiza y dirige la
publicación del Almanaque Náutico que había sido iniciada en
1791 por Vimercati. Su objetivo era conseguir unas efemérides
útiles y prácticas para el navegante, dotadas de la mayor
actualidad científica posible y calculadas directamente y en su
mayor extensión en el Observatorio.
En una labor sistemática que comprende la publicación de los
volúmenes de los años 1803 al 1813, introduce directamente en
los cálculos el meridiano de la Isla de León; adopta las tablas
y las teorías modernizadas; utiliza los métodos de interpolación
más precisos; reduce el intervalo de interpolación de la Luna de
acuerdo con las necesidades del navegante y llega, por último, a
hacer independientes nuestras efemérides de las del almanaque
inglés, que había servido hasta entonces como modelo, este
último mediante el cálculo propio de las distancias lunares al
Sol y a una selección de estrellas, selección que también sería
observada en los programas astronómicos del Observatorio.
En sus deseos de proporcionar el Almanaque Náutico a nuestros
navegantes con tiempo suficiente, llegó éste a editarse con una
antelación de hasta cuatro años.
Su ofrecimiento para trabajar en la confección de los almanaques
náuticos tuvo lugar el 16 de noviembre de 1809, siendo aceptado
por el Supremo Consejo de Regencia el 13 de noviembre de 1810,
legislándose posteriormente que dicha tarea y lo que ella
pudiera producir correspondiese privativamente al Real
Observatorio Astronómico de la Isla de León.
Sus trabajos prácticos en Astronomía y su aportación científica
aparecen en las series de observaciones y memorias publicadas en
apéndice de los almanaques de los años 1804, 1807, 1809 y 1810.
Estos trabajos han sido comentados y reconocidos en la historia
de la Astronomía y en los tomos de la Connaissance du Temps
francesa de la época.
Mantiene, a propósito de sus trabajos, en particular en los que
se refieren a la determinación de las diferencias de longitudes
entre observatorios, una interesante correspondencia que le
acredita entre los sabios astrónomos de entonces, en particular
ante Labande, antiguo profesor de Astronomía, y ante los
directores de los Reales Observatorios de París y Viena, Mechain
y Treinecker, respectivamente. Esta correspondencia,
naturalmente, revierte en el prestigio del Observatorio de la
Isla y confirma su utilidad práctica.
El 24 de mayo de 1818 asciende a capitán de navío. Una Real
Orden de 7 de marzo de 1813 dispone se le concedan seis meses de
licencia para trasladarse a Londres, con objeto de atender al
restablecimiento de su salud, pues había de sufrir una operación
de garganta. El 27 de agosto siguiente se le prorroga la
licencia por otros seis meses, y debido a nuevas solicitudes se
le concederían tres licencias más: 17 de septiembre de 1814 para
estancia en París, 22 de abril de 1815 y 31 de mayo de 1816 para
estancia en Londres. A este respecto en el Archivo General de
Marina consta la copia de una certificación expedida por Mr.
Astley Cooper, cirujano del Hospital de Gay, describiendo los
dos grandes pólipos que tenía Ortiz-Canelas en la garganta, que
le extrajo dejando raíces. La causa del origen del mal se
hallaba en los aires húmedos, el uso de alimentos salados,
picantes y, sobre todo, en los trabajos lentales del enfermo en
las observaciones astronómicas y cálculos. Reputaba la
enfermedad como incurable y sólo paliativa con el tratamiento de
medicamentos que se indicaban y con moderado trabajo del
paciente.
La ocultación de 30 de julio de 1812 fue el último trabajo que
realizó Ortiz-Canelas antes de su marcha a Inglaterra.
Por la ausencia del director del Observatorio, una Real Orden de
7 de mayo de 1813 nombra director interino al brigadier don
Joaquín Francisco Fidalgo, teniente de la Compañía de Guardias
Marinas de Cádiz y antiguo maestro de Matemáticas de la misma,
pero como éste, desde el 10 de septiembre de 1812, desempeñaba
en comisión la dirección del Colegio de Pilotos de San Telmo de
Sevilla, se designa el 17 de octubre para la dirección del
centro, también interinamente, a don José de la Cuesta. Fidalgo,
que el 25 de septiembre se había reincorporado a su cargo en
Sevilla, no deseaba ser director y propuso a su antecesor José
de la Cuesta. Éste, como Ortiz-Canelas, conocía varios idiomas.
El 9 de julio de 1813 se dispuso que en el Observatorio se
impartiese el curso de Astronomía, una vez que los oficiales
dedicados a los Estudios Mayores se encontrasen con aptitud para
iniciarlo. Esta práctica sería habitual en lo sucesivo.
Por Decreto de las Cortes de 2 de septiembre de 1813 se había
adjudicado a la Oficina de Efemérides la plantilla de cinco
calculadores y dos meritorios. Al mes siguiente se estableció
que para cubrir esas plazas el director del Observatorio debía
elegir a los más aptos que pudiese haber en las brigadas de
Artillería de Marina. Pero nada se determinó sobre un plan de
tareas en esta oficina, que fue presentado con sucesivas
adiciones desde 1808 a 1813 por calculadores de ella.
En el año últimamente citado, el director interino que regía
entonces, don Joaquín Francisco Fidalgo la formula por la vía
reservada de Marina el 5 de agosto de 1813 compuesta de 23
folios y en ella ofrecía solucionar los problemas de personal
existentes, referentes a los oficiales fijos y a los
calculadores de Efemérides o alumnos de segunda clase. Este plan
reafirmaba varios extremos del que había presentado Ortiz
Canelas a principios de 1812
A su paso por París, y durante su estancia en Inglaterra,
examino Ortiz-Canelas algunos instrumentos de astronomía en
relación con la modernización del Observatorio.
(Continúa en el próximo número)
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