Rincón de la Poesía
OLIVO Olivo, de buena cepa, tienes raíces profundas, estampa que me conmueve por tu sabia tan fecunda. Quiero ser tu guardián. Mimarte día, tras día, Y contemplar tu belleza, cuando tu alma desnudas. Centenarias son las ramas que de tu tronco nacieron, y van mirando la noche enamoradas del cielo. A tu sombra me cobijo, cautivo estoy de tu aliento, mi mirada no se aparta de tu cuerpo tan esbelto. Olivo, tú eres refugio de mis días de silencio, te contemplo con mis ojos, ojos que miran lo bello.
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