A quienes pensamos que nacer en un sitio específico es solo un
accidente geográfico que ni nos va ni nos viene; no nos preocupa
mucho el hecho de ser de Colombia, Surinam, Haití, Moldavia,
Líbano, Lituania, Cisjordania, Congo, Eslovenia, Croacia, Irak o
Yugoslavia.
Sin embargo, estamos donde estamos y nos damos las reglas que
nos damos; es decir, que no es lo mismo (no te tratan igual) si
naces en Palestina o si lo haces en Israel; en Rusia que en USA,
en Colombia que en Noruega. en Miami que en la Habana.
No es tu decisión, ni siquiera lo es de tus padres, solo naces
en un territorio y ya vienes rotulado, tu decisión está en como
lo asumas. Obviamente algunos tienen sus ventajas y otros sus
desventajas, la mayoría de ellas surgidas porque los que
coincidieron en nacer en determinado sitio se las han ingeniado
para hacer de ese lugar un buen lugar, o un mal lugar, eso
depende.
Ser Colombiano, decía Borges "es cuestión de fe", y eso que a él
no le tocó disfrutar de esta nacionalidad. Aunque sea fortuito
llenar por primera vez los pulmones con el aire de un país o de
otro, algunos nos sentimos orgullosos del lugar en que nos tocó
en suerte nacer, nos identificamos con sus cosas, nos
comunicamos en igual lengua, observamos los mismos paisajes, nos
gustan las mismas comidas, absorbemos la misma cultura y
aprendemos los mismos valores; a ese conjunto de cosas le damos
un nombre (Patria, en este caso).
Así que nos alegramos cuando alguien que tuvo la misma suerte de
nacer en la Patria surge y hace ver al resto del mundo, lo
especiales que podemos llegar a ser los que formamos parte de
este conjunto de personas. Hay otras personas que llamaré
"patrioteros" que necesitan aferrarse a algo intangible (una
patria, un equipo de fútbol, una región, una religión, vaya uno
a saber) para sentir que forman parte de algo, y se vuelven tan
enfermizos con su obsesión, que no respetan las banderas y los
himnos como los patriotas, sino que los veneran; que no toleran
las diferencias con aquellos a los que no los une su causa, sino
que se violentan contra ellos; que no reconocen en el otro
ningún mérito, sino que se sienten los elegidos. Fanáticos.
En Colombia, por ejemplo hay tantos personajes de los unos como
de los otros (patriotas y patrioteros), de los segundos no me
ocuparé porque no estoy de ánimo. Aunque hacer listas es mala
cosa porque siempre se te queda alguien por fuera o se te cuela
alguien dentro; solo recurriré a la mala memoria que siempre me
ha caracterizado y enunciaré a algunos de aquellos Colombianos
que han salido adelante por sus méritos, que están "de moda" y
que no andan repitiendo en cada triunfo que lo hacen por "la paz
de Colombia" . diablos, que mala memoria.
No importa la lista, lo que importa en realidad es que son muy
pocos los patrioteros de los que tanto daño le están haciendo a
este paraíso, y millones de personas de bien que en verdad son
Colombianos profesionales, porque "profesión", alude a la "fe"
(como las palabras "profesor" y "confesor"), y bien sabemos que
un profesional, en propiedad, es alguien que tiene fe en la
labor que desempeña. Fe en Colombia. Colombiano de profesión.