"Toda la luz de la tierra
la verá el hombre
por la ventana de una lágrima..." León Felipe
León Felipe es en la poesía la voz indeleble de la justicia.
Nadie como él ha sufrido y se ha rebelado tan desesperadamente
sobre el dolor de España.
Bohemio de verdad, español de verdad, poeta en todo y por todo.
León Felipe s una página importantísima de la literatura
española.
León Felipe fue el hijo pródigo, "... mi éxodo es ya viejo. / En
mis ropas duerme el polvo de todos los caminos / y el sudor de
muchas agonías". Walt Whitman le había llamado, desde el umbral
de la muerte: "Te espero... / en algún sitio estoy
esperándote..." ¿Qué viento te empujaba León Felipe, cuando le
gritaste al pueblo: "De rodillas. Escuchad. / La Justicia se
defiende con una lanza rota y una visera de papel"?
Nació León Felipe Camino Galicia, en Tábora, en la provincia de
Zamora, en abril de 1884, pero muy pronto fue trasladado a
Sequeros, en Salamanca, donde vivió siete dichosos años.
Entonces nuevo traslado a Santander donde estudió el
bachillerato. Comienza la carrera de Farmacia en Valladolid
(1900), para continuar en Madrid. Ejerce la profesión en
Santander, hasta que un día marchó hacia las tierras de levante
con una compañía de cómicos. Vuelve a Santander, donde cumple
una condena de tres años, para regresar de nuevo a Madrid, donde
reside dos años (1918-1920), abandonado de casi todos.
En 1920 escribe Versos y oraciones de caminante. Una nueva
aventura le lleva a Guinea Española, hasta, que, súbitamente a
la vuelta de sus vacaciones, decide dar un salto mayor: desde
Cádiz embarca hacia América.
Su estancia allí -México y, enseguida Estados Unidos- es
enriquecedora en el aspecto literario. Conoce a Berta Gamboa,
con la que se casa en Nueva York.
Dos veces más vuelve a España, en 1931 y en 1934. Por entonces
escribe y publica Drop a star. De vuelta a América se instala en
Panamá. A las pocas semanas de declararse la guerra civil
española, se despide con un artículo violento "Good bye Panamá"
y embarca en dirección a España. Pasa la guerra en Madrid,
Valencia y Barcelona. Su primer gran poema fue Insignia, a raíz
de la caída de Málaga.
Volviendo a América desde Francia, ya exiliado, compone en el
barco una nueva obra El payaso de las bofetadas y pescador de
caña, que lee públicamente en La Habana, antes de pasar
definitivamente a México. Son los momentos literariamente
hablando de El gran responsable, El hacha, Español del éxodo y
del llanto, Ganarás la luz. Desde 1946 a 1948 sale de viaje por
los diversos países de la América Hispana. De entonces es el
texto de Poesía e hispanidad, también la Antología rota y
Llamadme publicano.
Su actividad se mantiene vigorosa, a pesar de los años, pero en
1963 cae enfermo coincidiendo con la publicación de sus Obras
completas. Ya a los ochenta años, publicó ¡Oh, este viejo y roto
violín! que se prolonga y completa por otro libro, ya póstumo
titulado Rocinante.
León Felipe, hermano de los desterrados y de los enterrados en
el suelo del exilio, murió en México el 18 de septiembre de
1968.
León Felipe, honra de España, se enfrenta a la injusticia,
provoca, apoda a los responsables. Su dolor se hizo poesía. Y
sus lágrimas, canción. Y la canción se hizo luz en aquel reparto
que propuso a los responsables: "Tuya es la hacienda / la casa /
el caballo / y la pistola. / Mía es la voz antigua de la tierra
/ y me dejas desnudo y errante por el mundo. / Más yo te dejo
mudo... ¡Mudo! / ¿Y cómo vas a recoger el trigo / y alimentar el
fuego / si yo me llevo la canción?"
Y es que, como dijo Jorge Guillén: "El poeta León es buen
Felipe".