En números anteriores de "Arena y Cal" exponíamos las
posibilidades de obtener un póker y la fórmula para saber el
número de combinaciones posibles con una baraja de 52 cartas.
También usábamos el sistema aplicado a un jefe de personal que
había de elegir a cinco nuevos empleados entre 52 candidatos.
No vamos a repetir las operaciones aritméticas porque sabemos
que el lector avispado tiene las Revistas a mano, pero
utilizaremos el mismo procedimiento con la Primitiva.
Si queremos adivinar los números que van a salir en la próxima
Primitiva tenemos un problema comparable al del jefe de personal
que citábamos. Los seis números premiados, de los 49 posibles,
pueden hallarse según el mismo procedimiento: 49 x 48 x 47 x 46
x 45 x 44, igual a 10.068.347.520. Ahora, esta cantidad hay que
dividirla entre 6 x 5 x 4 x 3 x 2 x 1, es decir, 720. El
resultado es 13.983.816. Por tanto, la posibilidad de que en una
apuesta nos toque la Lotería Primitiva es de una entre casi 14
millones.
¿Se lo imaginan? Creo que no. Por ello les voy a poner un
ejemplo. Imaginemos que cada una de estas posibles
combinaciones, en lugar de las seis bolas -y para adelantar
tiempo-, fuese un simple número (como el sorteo de la Lotería
Nacional). Imaginemos también que cada una de ellas -repetimos,
como un simple número y saliendo ininterrumpidamente de una
máquina- han de ser cantadas por una persona. ¿Sabe Vd. el
tiempo que emplearía esta persona en cantar todos los
números-combinaciones entre los cuales, naturalmente, está el
suyo?
Con estos datos ya Vd. habrá hecho sus cálculos y pensado que
para cantarlos todos necesitará por lo menos varias horas. Por
ahí va la cosa, sólo que son algunas más las "varias horas"
calculadas. ¿Que cuántas? Espere, que se lo digo.
Imaginemos que la persona encargada de decir los números es
capaz de cantar hasta treinta números en un minuto.
Multiplicamos por los 60 minutejos de una hora y tenemos que
1.800 a la hora, que por 24 horas del día dan 43.200 por día. A
esta velocidad nuestro cantor tardaría nada más y nada menos
que, ¡asómbrese!, ¡diez meses y veinticuatro días! Naturalmente,
sin parar absolutamente para nada, sin comer, sin dormir, día y
noche sin descanso... O sea, que la radio trasmitiendo número
tras número casi un año, día y noche, y aún no ha salido el suyo
(Pero no se preocupe, el mío tampoco). Y si calculamos que sale
una combinación de la Primitiva cada semana, haga unos números y
verá que necesitará 268.919 años y medio para que se den todas
las combinaciones. Tendría Vd. que nacer y vivir 3.585 vidas de
75 años para que, sin dejar de jugar nunca, saliese al menos una
vez los seis numeritos que juega Vd. cada semana.
Naturalmente, el cálculo de probabilidades se complica cuando se
consideran todas las opciones y las diferentes premios que
ofrece este juego de azar. Podría escribirse todo un informe.
Sin embargo, a pesar de lo complejo que es el sistema, también
hay que decir que siempre existe un ganador seguro en cada
sorteo. Ustedes ya lo han adivinado.
Efectivamente: el Estado. Como mínimo, el 50 por ciento de todos
los tipos de apuestas va a parar a sus arcas.