"Hay palabras que hacen vivir
y son palabras inocentes
La palabra calor la palabra confianza
Amor justicia y la palabra libertad." Paul Eluard
En
su admirable prologuillo a la Primera antología de la poesía del
pasado, que nos dejó Paul Eluard, poco antes de morir, casi como
un testamento poético, nos habla de la poesía como de "un
lenguaje universal de la inocencia y de la razón desmesurada que
es el del hombre a quien repugna el prosaísmo".
No hay en los tiempos modernos, un poeta más grande que Paul
Eluard, porque nadie mejor que él, ha mostrado como la poesía
alcanza su grandeza total ayudando a los hombres a transformar
el mundo, convirtiéndose, para acabar con el mal , en un agente
decidido de la bondad sobre la tierra. "Su poesía –decía Pablo
Neruda- era cristal de piedra, agua inmovilizada en su constante
corriente". Y añadía el gran poeta chileno: "El sostenía con su
columna azul las fuerzas de la paz y la alegría. El ha muerto
con su con sus manos floridas, soldado de la paz, poeta de su
pueblo".
Paul Eluard nace en Saint-Denis el 14 de diciembre de 1895. En
Saint-Denis y luego en Aulnay-Bois y París pasaría sus primeros
años. A los dieciséis años tiene que abandonar París para
marchar a Suiza. Está enfermo y tiene que curarse en la montaña.
Nada más volver a París, en 1914, tiene que partir para la
guerra.
Estos años de sanatorio y su estancia en el frente, el contacto
con la miseria -Eluard fue enfermero, luego soldado de
infantería- dejarán una huella en su obra poética. Los primeros
versos que de él conocemos datan de 1917. Ha compartido la mala
suerte de todos y, al igual que Walt Whitman, de quien lee y
relee Hojas de Hierba, puede decir que nada que proceda del
pueblo le es indiferente. Será pues esa miseria común la que le
inspirará.
Eluard conoce a Gala en 1912. A ella dedica El Amor a la Poesía
y con ella se casa poco más tarde.
A sus primeras obras, El deber y la inquietud y Poemas para la
Paz, les siguen: Repeticiones, Morir de no morir, Poesía y
Verdad, La Capital del Dolor, Dar a ver, El deseo de durar,
Poemas Políticos, El trabajo del poeta, El tiempo desborda, etc.
Un día de 1924, Eluard desapareció y el rumor de su muerte se
propagó por París. En la prensa aparecen artículos necrológicos.
De hecho, Eluard, terriblemente cansado y decepcionado, había
querido huir. Embarcó en el primer barco que salía de Marsella y
abandonaba Francia, sin dar señales de vida.
Fue una larga carrera alrededor del mundo, que le llevó a
Oceanía, a Malasia y a la India. La evasión terminaba a bordo de
un carguero holandés que le llevaría nuevamente a Marsella.
En 1923 Eluard reside en Roma, después va a Viena, luego a
Praga. Se le ve con frecuencia en Bélgica. Fue también a Grecia,
Inglaterra, Rusia y México. Recorre España poco antes de de la
rebelión militar de 1936. Conoce a nuestros poetas. Descubre las
Canarias, donde nacen las deslumbrantes páginas de Amor Loco, la
España de Madrid, de Sevilla, de Barcelona. Las desgracias del
pueblo español le inspiran las estrofas de Guernica y Noviembre
36.
Con Ver, reproducciones de cuadros y dibujos, comentados poemas,
Paul Eluard señalaba ante todo, lo que debía a los pintores
(Ernst, Picasso, Chirico, Miró, Dalí...), y como el trabajo del
pintor - que es el titulo del poema sobre Picasso- es una ayuda
a su trabajo de poeta.
Eluard no se perdió en el irracionalismo surrealista porque no
fue un imitador sino un creador y confirmó con su poesía y su
vida los valores de la humanidad y del humanismo.
Paul Eluard murió el 18 de noviembre de 1952. París llenó su
tumba de claveles rojos. Profundamente escondido en la tierra
como la semilla del sol y de la libertad descansa este poeta del
amor y de la paz.