Rincón de la Poesía
DE LA VIDA MISMA Quiero jugar un poco a ser poeta, quiero hacerme un regalo. Es un soneto. He de mover muy bien el alfabeto desde la A primera hasta la Zeta. Para poder llegar hasta la meta no hay nada, de verdad, que sea secreto; un cuarteto se fue, y este cuarteto, me deja la mitad casi completa... Hasta ahora no he dicho apenas nada; y aunque parezca esto una humorada hay que buscar, por fuerza, una salida. Un terceto me queda deambulando y yo lo buscaré, aunque sea andando, para así regalárselo a mi vida., Voy bajando a peldaños mi hondonada. De tanto padecer nada me asombra. Se me marcha la luz, crece mi sombra, estoy ante las puertas de la nada. Se fue mi juventud -la llamarada que me sabe, conoce y que me nombra- y he puesto en mi sendero, como alfombra, mi corazón y un alma desterrada. Estoy en un compás de vida y muerte donde el hecho de ser nunca es más fuerte que la razón de ser sobre la vida... Mi orquesta ya perdió su partitura, y yo, casi en el fondo de mi hondura, no apuesto ni un real por la salida.
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