Yo espero un día feliz, amigo
un día en que los años
me pronuncien abrazados
un día de corazón y manos anchas
más inmediato al aire que respiro
más parecido a un beso que a una herida
Espero ese día, amigo
y ese día me espera y ríe
porque tal vez en sueños lo he visto
debajo de mi cama
y crece aún cuando la tierra muere
y madura en mitad de mi alma
y en mitad de mi voz desaparece
hasta olvidarse de mí
En ese día, amigo
en ese día la lluvia morderá mis ojos
en ese día la sangre inundará mis bolsillos
y yo, detrás del escenario
aplaudiré de pie mi propia vida
tan necesaria al cielo y al infierno