Gracias a Dios los tiempos han cambiado y ni siquiera
tenemos vigente, en nuestro País la pena de muerte.
Dicen que el Estatuto que en unos días será votado en
Cataluña, y otros que le vienen detrás, atentan contra la
soberanía del Estado.
Dicen que las reuniones previstas en las que se mirarán a
los ojos los asesinos miembros de ETA y representantes del
Partido Socialista, atentan contra la seguridad del Estado.
Dicen que las peticiones de unos (los catalanes) y de otros
(los etarras) que dicen va a conceder el Presidente del
Gobierno español, atentan contra la unidad del Estado.
Si eso fuera cierto, si todo esto, como dicen, atenta contra
la soberanía, si atenta contra la seguridad y si atenta
contra la independencia, estaríamos, según el diccionario,
frente a una “alta traición”.
Y eso sería delito.
Y eso sería perseguible.
Y eso sería punible.
Antes, a los traidores se les fusilaba.
Los tiempos han cambiado.
Alabado sea el Señor. ¡Aleluya!