Da alegría dar señales de un libro premiado a un compañero de
tertulia en la misma revista en la que todos colaboramos. Ramón
Luque Sánchez nos hace el delicado regalo de su libro premiado
con el Premio Provincial de Poesía “El Olivo” de Jaén 2003,
editado recientemente.
Remansos en el tiempo es un Poemario dividido en cinco partes,
precedido de un prólogo del poeta Ricardo Bermejo. El contenido
poemático de este libro se inscribe en la poesía intimista, si
bien escapa al lastre a que obliga esta corriente poética cuando
el autor está bajo la presión de ideas y sentimientos que
determinan un lenguaje plagado de neorromanticismo.
Esta escapada de cierto servilismo léxico al pasado se concreta
en versos muy logrados que llegan a sorprender al lector en
muchas ocasiones. Citar un poema de esta índole más que poner
ejemplos aislados, me parece mucho oportuno, como en “Muerte de
un ángel”, “Un milagro de amor”, “El canto de la sangre”,
dedicado a sus hijas: "Recuerdo que la sangre, cuánta sangre, /
visitó nuestra casa con descaro. / Luz de vida, milagro que me
apresa. / Cuántas puertas se abrieron, / cuántos ríos
confluyendo en mi penumbra. / Dolor y gozo así, tan sin
pretextos, /tan a la paz, y tan de par en par… / Casi creí
morir, sentí el rojizo / nudo que se deshace en la garganta. / Y
ya siempre tú…y tú, las dos, vosotras: / universos salido de mi
alma. / Tanta sangre, la vuestra, siempre pide / duda y quiere
ser buzón, retrato, / un viaje al centro de mi vida, / a la
intemperie de mi propia sangre, / donde fletar un sueño, un
imposible / que niegue la evidencia de mi muerte..."
Sin embargo, Remansos en el tiempo, está incardinado en “las
mesmas aguas de la vida”, como dice Santa Teresa, de manera que
el poeta se ve obligado a echarse un pulso con la amenaza de
caer en el lenguaje sentimental, que, por lo contrario, remoza
airosamente en endecasílabos, alejandrinos y algún que otro
verso libre y todos blancos, menos un soneto, por cierto nada
convencional en su tema.
Damos la bienvenida a este libro de Ramón Luque y lo situamos,
además, en el marco de nuestra tertulia como una satisfacción de
todos los compañeros.