A las cuatro de la mañana, en verano,
el sueño de amor todavía dura.
A. Rimbaud
Quiero de tu cuerpo
sorber la vaguada
hasta que pare
el ardor de mi seso,
no retengas
humedades absorbibles
hasta que sane
mi mente agostada,
de tu boca a la mía
no más distancia
que el aire que sale
del beso cambalache.
Todo
En el desván de mi carpeta
está todo lo que quiero,
unos folios de café,
un sonido de teléfono,
poesías que no quisieron ser,
cromos cambiados,
sellos arrancados,
cartas que desnudan amor.
Todo queda
desorganizado en su sitio,
todo queda
tal y como al principio.
En el pensamiento oscuro
queda todo cuanto fui.