“Tú siempre seguirás dando calor humano” Mercé Marín
INTRODUCCIÓN
A
veces, en los pueblos y ciudades, viven personas que son
distintas y diferentes, que creen en el amor, en la solidaridad
y que hacen de su vida diaria un ejemplo. Es el caso que nos
ocupa esta vez. Mercè Marín es una buena persona que vive en
Salou y eso ya sería importante, pero si nos ocupamos hoy de
ella en esa sección es por sus trabajos literarios, la mayoría
de ellos inéditos. Ella lleva escribiendo toda su vida, “a su
manera”, como me confiesa, pero con gracia y gracejo, porque
nada le es ajeno y sus textos son crónicas del devenir diario. A
menudo se trata de textos que podemos calificar de efímeros
puesto que escribe en circunstancias especiales o publica en la
prensa local (últimamente lleva una sección en “La Vila” de la
Costa Dorada, en donde escribe pequeños textos, acrósticos,
reflexiones al hilo de la vida del pueblo y de los
acontecimientos generales, sea la Navidad o el Día de Todos los
Santos). Ha publicado hasta la fecha un libro, “Reflexions,
Vivències i altres qüestions” (“Reflexiones, Vivencias y otras
cuestiones”, que le editó el Ayuntamiento de Salou con motivo de
un pequeño homenaje que se le tributó en la Biblioteca. Ha
escrito otro libro, en edición no venal, “Aventuras y
desventuras en el Nilo milenario” (2005) que tuve también la
ocasión de leer.
De estos dos libros nos ocuparemos a continuación, aunque los
trataremos combinándolos con la parte humana de la escritora, ya
que su obra es indivisible de su vida.
AVENTURAS Y DESVENTURAS EN EL NILO MILENARIO
Conocí a Mercè personalmente de una manera casual y hasta
anecdótica. En septiembre de 2005 vino a verme al instituto
donde yo trabajo, en Salou, con unas cuantas reflexiones en
torno a su viaje a Egipto, que acabo de mencionar, que le costó
una peripecia y un accidente del que se ha recuperado, por
suerte. Entonces yo le escribí una pequeña presentación a la que
acudo de nuevo para continuar este estudio. No obstante, yo ya
había leído algunas colaboraciones de Mercé, insisto, en la
prensa local, ya que es una mujer inquieta donde las haya que
está todo el día planeando actividades. Hace de Castañera para
los más pequeños, acompaña a los ancianos, ayuda de manera
solidaria en Cáritas y así un sinfín de aspectos que no seguimos
comentando porque se escapan del trabajo literario.
Mercè Marín es una señora encantadora y con esto ya quedaría
todo dicho, sin más palabras. Lleva la bondad y la ternura
escritas en el rostro. Es una señora que ha vivido una vida como
todas las vidas, con buenos y malos momentos, pero que ha sabido
sacar la parte más positiva de todo ello porque tiene una
cualidad que la hace distinta: su creatividad y su imaginación.
Allí donde otros no ven nada más que lo cotidiano, que lo banal
y sin importancia, Mercè Marín ve muchas posibilidades y,
bolígrafo en ristre, se lanza a su búsqueda y captura porque
sabe que los momentos mágicos son irrepetibles y ella quiere
apresarlos con su palabra escrita. Vive en Salou desde hace
muchos años, aunque procede del Priorato, concretamente de
Falset, en donde nació hace más de 60 años, está casada y es
madre de dos hijos y abuela de dos nietos, una chica y un chico,
por los que se desvive y a quienes quiere con devoción. Hará
poco menos de tres años que, junto a su marido, hermana y
cuñado, emprendió la aventura de su vida puesto que, ni más ni
menos, ni cortos ni perezosos, se desplazaron a la otra punta
del mundo, a Egipto, y allí, en un viaje organizado, fueron
testigos de las luces y las sombras del Cairo. Al lado de los
restos de una civilización extraordinaria convive la miseria, el
dolor, la falta de medios. Y eso a Mercè la conmueve hasta lo
más hondo.
Este viaje no fue un viaje más sino que estuvo a punto de acabar
en catástrofe porque nuestra amiga sufrió, casi el día de
regresar, una aparatosa caída que la dejó traspuesta (a ella y a
su familia) y que estuvo al punto de dar al traste con todo,
incluso con su integridad física. Por suerte la tuvimos de
vuelta aquí, recomponiéndose poco a poco porque no fue una caída
baladí, sino que la dejó bastante maltrecha; pero Mercè, cual
ave fénix, surge y resurge y ha sabido poner a mal tiempo buena
cara puesto que mientras estaba convaleciente escribió sus
impresiones acerca del viaje al Cairo, hacia el Nilo milenario,
como ella lo llama. Esta convalecencia le ha servido también
para constatar cuanto aprecio se le tiene, cuanto se la echa de
menos y lo importante que es para su familia, amigos y vecinos.
Las páginas que el lector leerá en “Aventuras y desventuras del
Nilo (Crónica de un viaje)”, que es como ella ha dado en llamar
a sus vivencias en Egipto están llenas de verdad y llenas de
humor, porque esta mujer de una pieza no pierde el sentido del
humor así caigan rayos y centellas. Hace algo muy positivo e
higiénico que es reírse de ella misma, aún en los peores
momentos. Eso le permite distanciarse y salir delante de nuevo,
una y otra vez.
No es lo más importante la descripción de monumentos puesto que
lo que ella escribe no es un sesudo tratado académico ni un
relato de viajes, sino una crónica del tiempo que los cuatro
pasaron allá, una crónica de un tiempo que pareció detenerse
durante unos días y colmó uno de sus anhelos, visitar Egipto. No
faltan alusiones a los templos ni a los obeliscos ni a las
pirámides, pero encima de todo ello late el factor humano que es
lo que más le ha impresionado porque Mercè no acepta que existan
injusticias y le duele ver la tristeza en los ojos de los niños.
Mercè me pidió, en su día, que prologase su escrito y yo lo hice
muy contenta y emocionada porque creo que mi buena amiga Mercè
es un ejemplo para todos. Su presencia es imprescindible en
Salou, quiero insistir en ello, ya que a veces uno no valora
aquello que se “ofrece desinteresadamente”. Allá donde se
celebre algo que tenga que ver con la vida, allá está Mercè,
esposa, madre, abuela, hermana, cuñada... amantísima, que no
desatiende a su familia, al contrario, la convierte en el eje de
su vida y en materia literaria. Mercè es una persona solidaria
que no duda en regalar su tiempo y su afecto a quienes más lo
necesitan.
Me siento muy honrada de su confianza y le agradezco la
generosidad que ha tenido conmigo al hacerme partícipe de sus
ideas, pensamientos y ocurrencias, llenas de chispa, llenas de
gracia, llenas de bondad y llenas de sabiduría.
Sus escritos están llenos de experiencia, de elementos
personales y muy vividos. Ella reflexiona desde su madurez, lo
hace con total honestidad y sin miedos. Es una mujer de prosa
diáfana y sencilla, que cala en sus lectores porque conecta
rápidamente con ellos. Aparte quiero destacar la ternura que
imprime en sus textos y el respeto que se desprende de todo lo
que contempla con su mirada diáfana y diáfana porque, pese a su
edad, Mercè es como una niña curiosa que se asombra por todo lo
que ve, por todo lo que oye, que valora los colores, los aromas
y los matices de la vida.
REFLEXIONES, VIVENCIAS Y OTRAS CUESTIONES
Si leemos sus “Reflexions, vivències i altres qüestions”
(“Reflexiones, Vivencias y otras cuestiones”) veremos que hay
varios ejes semánticos, varios temas que podríamos tratar de
sintetizar aquí:
1. Sus vivencias personales en torno a su familia, especialmente
a su marido y a sus nietos, a los que adora. Con sus nietos
Mercè se percibe del paso del tiempo y trata de aconsejarles,
aunque sabe muy bien que cada uno ha de atesorar sus propias
experiencias. A su marido dedica también algún texto, traspasado
de amor, de cariño y de respeto. Son muchos los momentos, buenos
y malos, que han vivido juntos.
2. Sus viajes. A Mercè le gusta viajar y siempre tiene sus
maletas a punto, no duda en embarcarse en cualquier aventura y
cuando llega al destino, no cuestiona lo que ve, no lo compara,
sino que se limita a contemplarlo y a encontrarle su lado
positivo, que es lo que ella le interesa. Así hay vivencias de
Santiago de Compostela, de Belchite, de Barcelona, de Granada,
de Cuenca, de La Mancha.
3. Cataluña y sus tradiciones y virtudes. Mercè quiere su tierra
y la pondera y la alaba, lejos de elogios huecos, se centra en
la parte tradicional, en la parte noble y afectiva del pueblo
catalán al que tanto ama. Tampoco faltan las referencias a Sant
Jordi.
4. Objetos y elementos que la sorprenden en algún momento. Son
muchos los textos que dedica a elementos que la rodean y que
para otra persona que no fuera Mercè pasarían desapercibidos, ya
sea la caracola, la peseta, la margarita, la guitarra, la
mariposa, la rosa...
5. El paso del tiempo representado por la estaciones o las
partes del día e incluso los momentos de la vida.
6. Cuestiones privadas y personales, como el poema dedicado a la
madre, las alusiones a Flix, al río Ebro.
7. El mar y todo lo que con él se relaciona. A Mercè le gusta
mucho el mar que le trasmite paz y serenidad.
8. La Navidad y todo lo que conlleva de mágico.
9. Textos que hablan de los sentimientos como el amor o la
amistad.
10. Salou es otro de sus amores y hay muchos textos dedicados a
su pueblo de adopción como la plaza Bonet o esos otros en los
que habla del mar de Salou.
11. Y un sinfín de textos que dedica a los más diversos temas,
como puede ser a los maestros, al INSERSO, al minero, a la
Asociación Española de la Lucha contra el Cáncer, la mujer
trabajadora, el bolígrafo, la muerte de la princesa Diana, el
circo, el cuerpo humano, el reloj, el teléfono, el tren, el
tsunami, el turista, la biblioteca, la clonación, la radio, la
publicidad...
PUNTO Y SEGUIDO
Mercè es también una mujer solidaria y presta sus palabras para
las causas nobles, no entiende de la marginación, no quiere
saber nada del racismo y aprecia todo lo noble y natural en los
humanos.
Mercè escribe poesía y prosa en catalán y en castellano, y lo
hace con naturalidad y sencillez, tal como su conciencia le va
dictando. En las páginas de este libro que estoy analizando y
que pertenecen más o menos a los años 98, 99 y 2000,
encontraremos mucha sabiduría y una visión muy cercana a los
anhelos y deseos que todos podemos sentir.
En suma, me alegra enormente poder apoyar, desde aquí, este
ramillete de textos escogidos y me gustaría que fuesen muchos
más sus lectores; es más, me gustaría que Mercè no perdiera
nunca esa capacidad de asombro que la hace una y distinta.
Y para terminar transcribo el poema en donde aparece el título
que he dado a este estudio, “Vivencias”. El poema es breve,
esencial, sin elementos accesorios y define muy bien su estilo,
rápido, directo, real. Se titula “Infancia, Juventud y Vejez”:
Inquieta
Nacer
Feliz
Aprendiza
Niños
Costa
Imprevista
Amada
Jolgorio
Única
Voraz
Entusiasta
Nuestra
Trabajo
Ufana
Torbellino
Vivencias
Edificante
Generosa
Educadora
Zozobra”