“El sol arriba se embebía en la copa de los árboles
trasluciendo un follaje multiverde. Guiñaba
de ultra metálicos destellos en las rendijas
de las hojas y hería diagonalmente el ámbito
del seto, en saetas de polvo encendido,
que tocaban el suelo y entrelucían en la sombra,
como escamas de luz. “ Rafael Sánchez Ferlosio
Rafael Sánchez Ferlosio representa una de las empresas
literarias más importantes desarrolladas en España desde el
final de la guerra civil hasta nuestros días. Es uno de los
hombres más conocidos de nuestras letras y, desde luego, uno de
los escritores que más ha influido en sus colegas del medio
siglo y en autores más jóvenes. Sus primeros libros ofrecieron a
sus compañeros de generación un sobrio realismo partiendo del
cual se había de hacer la literatura social. Sánchez Ferlosio es
uno de los precursores de una técnica objetiva que luego va a
seguir la “generación del medio siglo”.
Rafael Sánchez Ferlosio nace en Roma el 4 de diciembre de 1927.
Hijo del escritor Rafael Sánchez Maza y de la italiana Liliana
Ferlosio. Estudio arquitectura, pero abandonó esa carrera para
estudiar Filología Semiótica en la Facultad Filosofía de la
Universidad Complutense de Madrid, donde obtuvo el doctorado de
Filosofía y Letras. Allí conoció a otros escritores como Ignacio
Aldecoa, Jesús Fernández Santos y Carmen Martín Gaite, con la
que estuvo casado. Junto a Alfonso Sastre e Ignacio Aldecoa
estuvo al frente de la Revista Española, donde publicó dos
narraciones y la traducción de Totò il buono del escritor y
guionista de cine italiano Cesare Zavattini.
Sánchez Ferlosio se dio a conocer con Industrias y andanzas de
Alfanhui (1951), excelente novela puramente imaginativa y
entroncada con la picaresca en cuanto al tratamiento del
protagonista, ha quedado injustamente olvidada ante El Jarama
(1956), que obtuvo por unanimidad el Premio Nadal.
El argumento de El Jarama, gira en torno a dos núcleos, el de un
grupo de once jóvenes trabajadores madrileños que acuden en una
tarde de fiesta al río Jarama y de los parroquianos de un
próximo lugar de bebidas. La técnica general de El Jarama es la
objetiva –lo que no excluye fragmentos descriptivos de acertado
tono lírico- que hace que el narrador quede ausente y que todo
el elemento narrativo proceda de los actos y palabras de los
protagonistas. El diálogo, de corte magnetofónico, pero
elaborado literariamente con gran habilidad, es la base de esta
novela que se presenta como uno de los ejemplos más
característicos -junto con las dos primeras novelas de Juan
García Hortelano- de behaviorismo o conductismo, técnica
literaria –de origen filosófico- que postula la presentación de
los personajes en su actuación, de tal forma que todos los
contenidos del libro procedan estrictamente de su conducta y no
de las apuntaciones del novelista. La crítica contenida –no
declarada ni sentenciada, sino desprendida del comportamiento
banal de los personajes- y la técnica objetiva van a ser dos
aportaciones fundamentales de Sánchez Ferlosio a la novela
objetiva y de crítica social de esos años. Posteriormente
abandona el género narrativo durante un largo periodo de tiempo
en el que se dedica al periodismo y al ensayo. Publica los
relatos Y el corazón caliente (1961) y Dientes, pólvora, febrero
(1961) En 1974, publica Las semanas del jardín, una miscelánea
en dos volúmenes que revela su profundo estudio sobre los temas
del lenguaje. Regresa a la novela con El testimonio de Yarfoz
(1986), finalista en el Premio Nacional de Literatura, por esas
fechas aparecen los volúmenes de ensayos Mientras los hombres no
cambien, nada ha cambiado, El ejército nacional, así como la
recopilación de artículos periodísticos La homilía del ratón.
En 1983 obtuvo el primer premio Francisco Cerecedo de la
Asociación de periodistas europeos. En 1992 se publica una
recopilación de sus artículos en dos volúmenes Ensayos y
artículos. En 1993 publica su libro de aforismos Vendrán años
malos y nos harán más ciegos, que lleva por título dos versos
que escribió entre 1981 y 1982, para protestar por la guerra del
Golfo, libro que obtuvo el Premio Nacional de Ensayo. En 2002
recibe el Premio Mariano de Cavia de periodismo. Publica Non
olet (2003), un libro de ensayo en el que analiza temas muy
diversos. En 2004, Sánchez Ferlosio ha sido galardonado con el
Premio Cervantes.
Y como dijo nuestro autor: “Entre la injusticia de insultar al
prójimo y la indignidad de sonreírle hay un discreto término
medio: mirar para otro lado”.