Aunque, a diferencia de muchos países sudamericanos, EE.UU. y
otros, el consumo de productos de soja nunca ha sido tradicional
en España, en los últimos años se advierte una publicidad bien
orquestada tendente a explotar el filón de sus "variadas
virtudes" para la salud de los humanos. No cuesta mucho advertir
que toda esta publicidad, toda esta cartelería de virtudes,
viene fundamentalmente de la mano de fabricantes y
distribuidores de los diferentes productos derivados de la soja,
sin que falte, además, la de vendedores y promotores, como
gimnasios, herboristerías, parafarmacias, supermercados y algún
que otro "experto" en dietética o nutrición.
Sin embargo, la verdad del cuento parece no ajustarse a la
pregonada por los promotores de su venta y consumo. Si nos
atenemos a lo publicado por organismos serios y sin,
aparentemente, ningún interés a favor o en contra de su consumo,
como pueda ser la U.S. National Library of Medicine (Biblioteca
Nacional de Medicina de EE.UU.), nos encontramos con una buena
definición acerca de la soja y su uso basado en evidencias
científicas. Se describen resultados -positivos unos, negativos
otros- de algunos estudios de su consumo en relación a
determinadas patologías y, con una prudencia que invita a la
sospecha, se terminan casi todos los apartados con una razón
concluyente: "Se necesitan más investigación para poder hacer
recomendaciones firmes." (Ver enlace 1)
Pero no todo lo que se sabe sobre la soja goza de una postura
tan "prudente" y encontramos investigadores que nos hablan de la
otra cara del cuento. Así, tenemos el libro La verdadera
historia de la soja. La cara oculta del alimento "saludable"
favorito de los americanos, publicado por la doctora Kaayla T.
Daniel, especialista en Ciencias de la Nutrición, y de la que,
Mónica Gómez Santos, terapeuta holística, en su pág. web, nos
muestra sus puntos de vista en una entrevista traducida por
ésta. En ella, la Dra. Daniel nos dice cosas como las
siguientes:
"Tanto para los niños como para los adultos, las dos peores
categorías de productos son la proteína de soja y el aceite de
soja. Al contrario que en Asia donde la gente come pequeñas
cantidades de productos de soja sin procesar, en occidente se
procesa industrialmente la soja para separarla en dos productos:
proteína y aceite. No hay nada natural o seguro en dicho
proceso. La alta tecnología que se emplea hoy en día no sólo no
remueve los anti nutrientes y las toxinas presentes de forma
natural en la soja, sino que deja residuos tóxicos y
cancerígenos originados por las altas temperaturas, alta
presión, baños ácidos y alcalinos, así como disolventes del
petróleo... -y sigue- ...los peores derivados de la soja que
existen actualmente son los concentrados de proteína de soja, la
soja texturizada y la proteína vegetal hidrolizada. Estos
ingredientes se encuentran en casi todos los productos
procesados: batidos, barras energéticas, hamburguesas vegetales
o atún en lata. Los peores productos derivados del aceite de
soja son las margarinas hechas con aceite de soja parcialmente
hidrogenado que contiene los peligrosos ácidos grasos
transaturados... / ...deberíamos ser cautos a la hora de pensar
que un alimento cualquiera es un alimento milagroso,
especialmente uno que ha sido promovido por los mismos
fabricantes, y que por tanto se benefician de este reclamo.
Oímos tantas cosas maravillosas sobre la soja, pero la gente
necesita recordar que los posibles beneficios no compensan los
riesgos demostrados derivados de su consumo. Miles de estudios
clínicos y epidemiológicos concluyen que el consumo de soja está
ligado a la malnutrición, problemas digestivos, hipotiroidismo,
declive cognitivo, problemas reproductivos, debilitamiento del
sistema inmunológico e incluso problemas del corazón y
cáncer..." (Ver enlace 2)
También encontramos bastantes aclaraciones, cuando menos
curiosas, sobre las verdades y mentiras que se dice sobre la
soja en la página con el título Mitos y Verdades acerca de la
Soja. En ella se lee: (Mito) La soja es buena para su vida
sexual. (Verdad) Numerosos estudios con animales han mostrado
que los alimentos a base de soja causan infertilidad en los
animales. El consumo de soja promueve el crecimiento de pelo en
los hombres de edad media, lo que indica menores niveles de
testosterona. El tofu era consumido por los monjes budistas para
reducir la libido. (Ver enlace 3)
Y lo dicho hasta ahora es respecto a la soja natural, a la
cultivada de forma tradicional y sin los incontables problemas
que parece añadir la transgénica, que es realmente la que se
produce y consume en muchos países en la actualidad. La
problemática incidencia de la producción de soja en la
Argentina, motivada, al parecer, por la empresa Monsanto, una
multinacional norteamericana líder en productos agroquímicos y
transgénicos, ha derramado ríos de tinta en los medios de todo
el mundo. En la web www.buenasiembra encontramos la página
Alerta! Soja transgénica en la que, escrito por el Dr. Darío
Gianfelic, podemos leer cosas como las siguientes:
"Las enfermedades que los venenos agroquímicos producen van a
pesar sobre una ecuación económica del país cuando haya que
atender la dañada salud de los afectados, que seguramente
recaerán sobre el ya debilitado sector público. Y ante este
aumento del gasto en salud más la imposibilidad de seguir
vendiendo un producto que nadie quiere comprar, nos vamos a
encontrar con la dificultad de producir una alternativa posible
en un suelo desgastado por el Glifosato. Finalmente, y quizá en
forma primordial, la salud de nuestra gente se va a ver
perjudicada. Por la constante exposición a productos que matan
hierbas, insectos, peces... Por la terrible acción de los
delincuentes hormonales que endosulfan introduce en nuestros
organismos simulando ser sustancias naturales, incapacitando a
nuestra gente para la concepción. Y peor aún por los efectos del
consumo del poroto de soja transgénica como si fuera un alimento
en lugar de ser un inhibidor de la absorción de hierro que le
vamos a dar a niños anémicos provocando un déficit evolutivo
intelectual irreversible y una dosis de símil hormona femenina
que administrada por debajo de los dos años va a provocar un
desbalance sumamente peligroso en esa edad... / ...Salud
seriamente perjudicada, economía destruida, medio ambiente
severamente dañado es la trilogía que como herencia a las
futuras generaciones va a producir la soja transgénica." (Ver
enlace 4)
Pero aún hay más: Veamos otro ejemplo leyendo el Boletín de
información y debates del Grupo de Reflexión Rural, de
Argentina, donde, entre otros autores, el Dr. Jorge Kaczewer nos
dice:
"Ya que toda la soja en el país es transgénica, ya hoy hay
evidencia suficiente para aseverar que no necesitamos ingenieros
genéticos modificando nuestros alimentos, es más, la evidencia
es catastrófica, en realidad tampoco necesitamos terroristas
fundamentalistas, porque tenemos ingenieros genéticos. Los
efectos son catastróficos, el nivel de corrupción que ha
alcanzado a la ciencia misma. La ciencia está impregnada de
intereses comerciales, las corporaciones están comprando
departamentos enteros de universidades públicas, esto quiere
decir, no solo en la parte agronómica sino en la parte
biológica, en la parte médica, centros prestigiosísimos, los
mayores centros mundiales de investigación están siendo
comprados mediante subsidios de 50 millones de dólares, 200
millones de dólares, para que esa cátedra entera con su
personal, trabaje durante un tiempo y solo reciba un 5% de las
ganancias, a veces. En el caso de la fitomedicina, también,
ocurre, y esto tiene que ver con la soja, porque ya la soja ha
invadido las farmacias, y las mujeres, sobre todo deben saber
esto, están en mucho riesgo si consumen comprimidos de
isoflavona de soja, pero esto es un desarrollo que responde al
mismo patrón perverso, porque por ejemplo las multinacionales
farmacológicas están en la selvas de todos los países
americanos, obteniendo germoplasma, obteniendo sustancias que
luego van a usar en sus laboratorios, y siempre es el mismo
patrón, 5% para el país, y el resto para los otros. El tema que
la soja sea transgénica, tampoco hay dudas ya en los hechos
científicos acumulados hasta el presente, son contundentes, y
revelan los riesgos de persistir esta tendencia de modificación
genética de nuestra reserva alimenticia..."
No cabe dudas, pues, de que estamos ante un alimento y unos
productos derivados que, no sólo no tienen nada de milagrosos
sino que, además, parecen presentar multitud de riesgos si se
ingieren en determinadas cantidades y de manera habitual. Como
decía al principio, aquí en España no forma parte de nuestra
dieta, pero, como la avalancha de publicidad es notoria y puede
incidir en nuestros hábitos, deberíamos considerar lo que se nos
dice en los artículos citados y, al menos, en tanto no haya un
pronunciamiento definitivo, claro y preciso, sobre estos
productos por las autoridades sanitarias, deberíamos abstenernos
de su ingesta.
EXPERIENCIAS (Junio, 2008)
Por mi parte poco tengo que contar con respecto a los productos
de soja, porque nunca entraron en mi dieta (al menos, con mi
conocimiento, aunque es posible que todos los comamos incluidos
entre las poco o nada claras composiciones de diversos
alimentos). Sin embargo, no podía dejar de probar al menos uno
de los más conocidos: la leche de soja. Mis primeras impresiones
fueron muy positivas: muy buena al paladar y de sabor
parecidísimo al de la leche de vaca. Pero, curiosamente, al poco
rato de tomar mi primer vaso de esta leche como desayuno, noté
la imperiosa necesidad de ir al baño. Igual ocurrió los dos
siguientes días. Pero lo que determinó mi decisión de no volver
a tomarla más fue que noté cierta desgana para realizar el acto
sexual y, además, una apreciable disminución en mi habitual
potencia para el mismo. Obvio es decir que todo volvió a la
normalidad apenas dejé de tomarla.
Ciertamente tres días es muy poco tiempo para sacar
conclusiones, pero, ante la evidencia de lo advertido, creo
prudente dejar de lado la leche de soja (y todo producto
derivado de la misma) y quedar a la espera de una mayor y más
precisa información científica.
Artículos relacionados:
1)
Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU. (U.S. National Library
of Medicine)
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/druginfo/natural/patient-soy.html
Nota:
En La Web de la Artritis Reumatoide, además de
un consultorio on line, dispone de infinidad de
artículos sobre los alimentos, pruebas realizadas sobre estos,
el Régimen Ancestral estudiado y comentado por Alfonso Estudillo
y descripciones de
muchas patologías comprendidas entre las reumatológicas,
neurológicas y autoinmunes en general.