Acabo
de escuchar el CD número cinco de mi colección de boleros. Mi
pensamiento viaja por esos acordes que se inmiscuyen en el
corazón de cada ser humano. Y aunque no pertenezco a la
generación de parejas que bailaron o bailan este tipo de música,
me declaro un amante de este ritmo musical.
Cuenta la historia que el primer bolero fue escuchado, en
diciembre de 1885, en Santiago de Cuba. En aquel entonces se
hacían fiestas después de las jornadas de trabajo, y en una de
esas actividades se cantó el bolero titulado "Tristezas", del
legendario músico cubano José "Pepe" Sánchez como popularmente
se lo conocía.
El historiador colombiano, Jaime Rico Salazar, cuando se refiere
a José "Pepe" Sánchez en su libro "Cien años de boleros" dice:
"Vivió entonces, en aquellos años, el Bolero su etapa de
formación y estructuración. Se considera a José "Pepe" Sánchez
como el pionero en definir los rasgos estilísticos del bolero."
Este
género musical pasó de esta manera; a ser parte del romanticismo
de Latino América. En Miami y en otras latitudes del mundo
celebraron el "Centenario del Bolero". México dio grandes
cultores e intérpretes de boleros. El cantante Luis Miguel, ha
sabido transmitir la canción romántica a las generaciones
jóvenes, y reconoció que no habría logrado tanto éxito sin el
bolero.
La pasión amorosa, los acordes románticos, el erotismo, la
fugacidad del amor, la tragedia sentimental etc, son temas
inagotables para componer boleros. La búsqueda de la persona
amada se pone en tela de juicio a muy alto relieve.
Hay algo profundamente conmovedor para crear este tipo de
música. Se dice que el compositor cubano, Nilo Mendez, empezó a
componer el bolero "Aquellos ojos verdes" (1929), cuando se
enamoró de Conchita Utrera. Esta hermosa mujer, de ojos claros y
hermana del poeta Adolfo Utrera, conquistó locamente el corazón
de su admirador.
Hace
un tiempo atrás escuché un comentario en la radio, acerca del
Festival Internacional de Boleros en La Habana y Santiago de
Cuba. Alguien decía: "el bolero nunca muere mientras dos amantes
tengan algo que decirse". Evidentemente, el bolero es la música
de la seducción donde los enamorados bailan abrazados mejilla a
mejilla, murmurando secretos de color oro. Los amantes desde su
lugar enaltecido, gracias a su entrega pasional, se creen dueños
del mundo y se sienten inmortales. Ese discurso amoroso que sale
melodiosamente de los altavoces, les llena de vida en el vértigo
de la existencia.
Los amantes podrían también estar sentados, frente a frente,
tomando un trago de ron añejo con la mirada perdida entre sí y,
al mismo tiempo, escuchando esa melodía dulzona como música de
fondo.
También cabe la posibilidad de que los amantes ya no existan
como tal. Y aquí está, entre otras cosas, el secreto de los
boleros. La relatividad de la pasión se ha visto durante la
historia de la humanidad.
El amor desdichado o a punto de serlo, es el tema de un gran
porcentaje del cancionero de boleros populares de todos los
tiempos. Esa nostalgia que producen sus letras, esa melancolía
típica que se resume en suspiros son particularidades aceptadas
por la mayoría de las personas.
La
voz de los grandes boleristas, que parece que estuvieran
cantando con una lágrima en la garganta, refleja la ruptura
sentimental. ¿De qué otra cosa hablan sus letras sino de eso?.
Que nadie sepa mi sufrir. Contigo en la distancia. Bésame mucho.
Adoro. Desvelo de amor. La última noche. Solamente una vez...
etcétera. De ser sea la razón, habría que mencionar a Luis Dimas
que cantaba sobre cómo Dios creó al hombre y de com-pa-ñe-ra a
la mujer, tra-la-la.
Ahora bien, como podemos observar a nuestro alrededor los
tiempos han cambiado. Estamos en la era de la informática. Se
imponen ritmos y corrientes diferentes y se van; pero el Bolero
es la expresión del romanticismo que jamás pasa de moda.
Para los amantes de este género musical, transcribo un párrafo
del bolero llamado “Tristezas”: Autor: José “Pepe” Sánchez
Tristezas me dan tus quejas mujer
profundo dolor que dudes de mí
no hay pena de amor que deje entrever
cuando sufro y padezco por ti...
La vida es adversa conmigo
no deja ensanchar mi pasión
un beso me distes un día
lo guardo en mi corazón...