81. La injusticia es el barro por el que resbala fácilmente el
carro de las leyes de los hombres, aunque lleve a la buena
voluntad en el pescante.
82. El camino hacia Dios empieza en el silencio ante los
hombres, continúa en el menosprecio de lo superfluo, sigue por
el olvido de lo necesario y acaba en la compasión frente a las
servidumbres humanas.
83. La gente se lleva de todo a su soledad para entretenerse; de
todo menos un espejo, que sería peligroso para cuando la
autenticidad se quiera mirar a sus anchas.
84. El problema es un enemigo al que vemos rondar con sigilo en
torno a nosotros, pero la angustia nos amenaza sin que sepamos
desde dónde.
85. En la soledad se rompe la alcancía de pensamientos que
callamos en la calle viendo el paso de la vida, pero pocas
monedas son las que realmente merecen la pena ser contadas.
86. Cuando somos jóvenes buscamos denodadamente la verdad como
vamos tras la conquista de una mujer. Al llegar a viejos, ni una
ni otra nos estimulan: la mujer porque ya la tenemos con
nosotros y la verdad porque nos molesta mirarla a la cara.
87. El primer paso para ser feliz es delimitar el círculo de tus
aspiraciones; el segundo, defenderlo de otras que quieran entrar
en él; el tercero, abreviarlo si es posible.
88. Cuando la noche nos echa su espesa carpa de sombras, el
insomnio es una lámpara molesta e indiscreta que saca a la luz
los pensamientos que duermen durante el día.
89. Luchar contra el destino es pertrecharse inútilmente de
armas contra un enemigo invisible.
90. Curioso es que los mayores sufrimientos se los den a los
humanos las dos cosas más contrapuestas de la vida: el amor y el
dinero.
91. En el que sufre injusticias, la experiencia no es
precisamente un archivo interesante, sino un arsenal siempre a
punto de explosión.
92. El amor es como la máxima filosófica, que necesita pocas
palabras; mientras que los amoríos son como novelas farragosas.
93. El que ama tiene posibilidades de ser amado, mientras que el
que odia solamente posibilidades de ser compadecido.
94. La mala suerte es un país del que todo el mundo quiere
salir, pero es casi imposible, ya que son los mismos fugitivos
los que no saben desenredarse de las cuerdas de sus propias
torpezas.
95. La buena suerte se resiste a los héroes idealizadores, pero
se entrega a los astutos, que la esperan echados en una
poltrona.
96. La vida moderna enseña cómo conseguir muchos deseos, pero no
enseña cómo resignarse cuando no se consiguen.
97. Del dispendio al ahorro hay un abismo; pero del ahorro a la
avaricia, sólo un paso.
98. Los temperamentos irascibles son como los volcanes: entran
en erupción cuando menos lo esperamos.
99. Aunque parezcan incompatibles, la palabra y el número han
sido el matrimonio más feliz e indisoluble de cuantos ha habido
y, gracias a sus hijos, el significado y la medida, hemos
construido un mundo habitable.
100. El aforismo es la pepita de oro que nos queda en el
cernidor de las palabras después de cribar años de experiencias.