Lo qué engañas, cómo eres,
Y dices que yo llevo una coraza…
y tú un armazón de hierro,
quizás por eso te sigo queriendo.
Esa mirada que siento, que anhelo,
me da miedo no verme más
reflejada en tu cara, no sentir que
con esa sonrisa se me va la vida.
Esa cara que me lo dice todo sin decir nada,
Esas palabras que ya no escucho,
Resuenan en mis oídos, me asusto,
Prefiero seguir soñando de lejos, ¡qué absurdo!
Nadie jamás me va a cambiar, soy diferente,
antes quería ser distinta, anhelaba la normalidad,
ahora sé que hay alguien que me puede comprender,
aunque esa persona tampoco sepa saber querer.