Sabía que éste mes no me libraba de la bronca de mi
director, que es el editor de esto que están leyendo. Muchos
han sido los meses en los que mi folio se ha retrasado
haciéndole fruncir el ceño mientras me mandaba unas líneas
poniéndome a caldo y, con todo su cariño, rogándome seriedad
pero yo, siempre díscolo, apuro las fechas como quien, sin
prisa, apura las últimas caladas de un pitillo, o los dos
últimos sorbos de un cóctel aún sin aguachar.
Muchas veces ha sido por falta de tiempo. Sí, de verdad.
Otras por alimentar demasiadas dudas a la hora de elegir el
tema sobre el que descargar el mazazo, y las más esperando
el último minuto para que lo que pudiera ofrecerles fuera de
verdadera actualidad.
En ocasiones me perdí en demagogias, o en críticas y
acusaciones que creí merecidas por sus destinatarios y otras
muchas veces jugué con las palabras para llenar un par de
folios procurando, tan sólo, que fueran leídos hasta su
final. Este mes la cosa es distinta; decenas de asuntos
merecerían un buen mazazo, o dos, si me empeñara. Decenas de
personajillos andan encausados por delitos siempre iguales o
parecidos. Decenas de políticos han sido llamados a declarar
y acabando, alguno de ellos, por el momento, encarcelados
por asuntos relacionados con el deseado dinero. Cantantes,
futbolistas, toreros, arquitectos, ediles, comerciales y
administrativos, secretarias y presidentes de compañías y un
sinfín de, a veces, envidiados cargos. Todos ellos, o al
trullo o bajo sospecha.
Sí es cierto, no lo negaré, que todo esto es fruto, también,
de la actuación poco común de un juez nada común, pero
aunque no soy quien para juzgar al que juzga sí quiero
manifestar mi total repulsa a algunos de sus actos y a
muchas de sus decisiones, al menos por lo que de él se dice
y me llega, y basándome en la libertad que tengo para decir
lo que quiera, como aquellos que sin pena, insultan y queman
fotos de mi no muy querido Rey.
Veamos algunos asuntos sobre los que hoy podría escribir:
Un hombre abandona su pueblo y se esconde, quizá ya para
siempre, por romper unos cristales con el mazo de su odio.
Arrasadas las ilusiones de un pisito recién acabado y
amueblado para casarse, endeudado por ello hasta las cejas,
hace lo que yo hubiera hecho y se tiene que marchar después
de ser detenido y acusado nada menos que de alteración del
orden público.
El cadáver de una adolescente no aparece mientras imagino a
sus asesinos, y encubridores, riendo ante la mínima pena que
sus abogados les andan anunciando al tiempo que todo un
dispositivo nacional de búsqueda se sumerge día a día en las
aguas de su propia impotencia y desesperación,
Cataluña recibe ochocientos millones más -de euros, claro-
una vez cerrado el presupuesto y, sin tan siquiera dar las
gracias, dicen que aún se les adeuda otra millonada por
ahora sin concretar.
Alcaldes, concejales y toda clase de miembros de nuestros
ayuntamientos, son detenidos, aislados y seguramente
encarcelados, por hacerse con lo ajeno o mangonear con lo
público.
Crisis. Paro. Banqueros ricos y autonomías insatisfechas Más
paro, más crisis, más banqueros ricos y más independentistas
insatisfechos.
Últimas noticias
Hace un rato, cerrados los colegios electorales y abiertas
las urnas, parece que en el País Vasco no ha ganado el
nacionalismo, del mismo modo que en Galicia tampoco lo hizo.
Quizá con ello, y salvo pactos contra la Constitución, los
nacionalismos extremos e independentistas regresen, poco a
poco, autonomía a autonomía, a las oscuras y gélidas
cavernas de las que jamás deberían volver a salir.
Después de lo dicho y cambiados los gobiernos, seguirán los
repartos y las malversaciones y los engaños. ¡Condición
humana!