En este 2009 se celebran los cincuenta años de la Nova Cançó, un
movimiento musical que surgió como protesta contra la dictadura,
realizando sus canciones en catalán, un idioma prohibido y
perseguido por el régimen.
Este movimiento apareció en la segunda mitad de 1950 al crearse
un grupo integrado por Josep Bonet, Maurice Serrahima, Jaume
Armengol. Lluis Serrahima y Miquel Porter que compusieron
canciones en catalán respondiendo a un clima de reivindicación
cultural en las diferentes clases sociales catalanas, producto
de una gradual política de liberalización franquista en su
represión a la cultura y lenguas catalanas.
En 1959 un escrito de Lluís Serrahima titulado Ens calen cançons
d´ara (Nos hacen falta canciones de ahora), aglutinó a cantantes
y autores y tras el éxito en el Centre Comarcal Lleidatà se
formó el grupo denominado Els Setze Jutges (Los dieciséis
jueces), iniciado por Remei Margarif y Josep Maria Espinàs,
uniéndose Delfí Abellà y Francesc Pí de la Serra. Ese mismo año,
Raimon escribe Al vent, una de sus míticas canciones.
En su presentación, Els Setze Jutges, dejan clara su intención
de hacer canción moderna en el idioma propio, para recuperar la
lengua y la cultura catalanas, reivindicando la canción como
herramienta de expresión y de identidad nacional.
En este movimiento se integran todos los sectores de la sociedad
catalana: burgueses, obreros, universitarios y clérigos
catalanes, que estaban comprometidos en la recuperación de la
identidad nacional. Esta corriente constituye una de las
posibilidades de los nacionalistas de poder expresarse como
pueblo y el público lo ve como la posibilidad de conseguir la
democracia que tanto anhelan.
En 1962 aparecieron los primeros discos y comenzaron a
diversificarse tendencias: conjunto musical, conjunto vocal,
cantautor, etcétera. Pese a las restricciones administrativas en
la difusión radiofónica y televisada y en la producción
discográfica, la Nova Cançó adquiría cada vez más seguidores. La
discográfica Edigsa fue importante para la difusión de estos
autores.
Los diecisiete jueces de este movimiento fueron Miquel Porter,
Remei Margarif, Josep Maria Espinàs, Delfí Abellà, Francesc Pí
de la Serra, Enric Barbat, Xavier Elíes, Guillermina Motta,
Maria del Carme Girau, Martí Llauradó, Joan Ramon Bonet, Maria
Amèlia Pedrerol, Joan Manuel Serrat, Maria del Mar Bonet, Rafael
Subirachs y Lluís Llach.
Destacan también otros miembros como Salvador Escamilla, Guillem
d´Efak, Núria Feliu, Maria Dolors Laffitte. Algunos obtuvieron
éxitos internacionales.
Junto a Raimon otros miembros dels Setze Jutges como Guillermina
Motta, Francesc Pí de la Serra, Maria del Mar Bonet, Lluis Llach
y Joan Manuel Serrat obtuvieron fama que rebasó el área
lingüística catalana. Más tarde también destacó Ovidi Montllor.
A imagen de este movimiento, nacieron movimientos paralelos en
Galicia, País Vasco, Navarra, País Vasco francés y Castilla.
El principal problema con el que se encuentran estos músicos es
la censura. Tienen que utilizar las metáforas para poder
expresar su descontento contra la dictadura.
Los años setenta fueron definitivos para la consolidación de la
canción catalana. El festival de Canet consiguió congregar
60.000 personas en 1976. Este es el festival más importante de
la Nova Cançó. Llegaron a celebrarse hasta ocho festivales.
El movimiento trató de celebrar otros festivales parecidos en el
resto de Cataluña pero el régimen franquista los prohibió, ya
que no era solo un movimiento artístico, sino también político.
El último festival de Canet se celebró en 1980.
Van apareciendo nuevos cantantes como Ramon Muntaner, Joan
Isaac, Esquirols, Falsterbo, La Trinca, Coses y Marina Rosell en
Cataluña. En el País Valenciano aparecen Al Tall, Els Pavesos.
Lluís el Sifoner, Paco Muñoz, Carlos Barranco, en las Islas
Baleares UC, Toni Morlà, Isaac Molles y a la Cataluña Norte Toni
Montané, Gisela Bellsolà, Pere Figueres, Roc i Foc.
Aparecen grupos y cantantes folk influidos por la música
anglosajona como Pau Riba, Jaume Sisa, Ia Batiste y Oriol
Tramvia. En 1976 destaca el recital dado por Lluis Llach en el
Palacio de Deportes de Barcelona. Este mismo cantante reunió
100.000 personas en el Camp Nou en 1985.
Los principales seguidores de esta corriente son los jóvenes,
que quieren que se les reconozcan sus raíces.
Con el comienzo de los años ochenta, y coincidiendo con la
llegada del Estatuto de Autonomía el movimiento pierde apoyos de
los conjuntos sociopolíticos que lo apoyaba. El público ya no
necesita la canción para reivindicar sus deseos, ya que la
Dictadura se ha acabado.
Para ampliar:
- Pujadó, Miquel: “Diccionari de la cançó”, Barcelona,
Enciclopedia Catalana, 2000.
- http://www.es.wikipedia.org/wiki/Nova_Cançó
- http://www.ca.wikipedia.org/wiki/Nova_Cançó
- http://www.geocities.com/xaileta/histonovacanco.htm