Quiero dejar de pensar, dejar la mente en blanco y olvidarme
aunque sea sólo por unos instantes de este ‘sindios’. Me
duele la cabeza, me va a estallar. Y dale que te pego… ¡Si
es que no lo entiendo! Todo iba tan bien… vamos, lo típico:
chico conoce a chica, se atraen, se empiezan a conocer y…
Todo queda ahí. ¿Será posible? No quiere dar el siguiente
paso, el lógico, el normal, el que se suele dar cuando las
manos de un tío se convierten en tentáculos de pulpo y
decide jugar al tirachinas con mi tanga en medio de una
discoteca a oscuras… ¡Lástima que se encendiera la luz en
ese momento! También es mala suerte... Ya me lo dijo Pablo,
no hay cosa peor que anhelar lo que nunca sucedió, o algo
así me dijo... El caso es que tiene razón. Y yo aquí,
pasando las de Caín…
Me parece bien que ahora no quiera meterse en líos, pero
claro, no puede pretender meterme mano y que luego yo no
haga preguntas. ¡Y que le gusto mucho, pero que de una
manera diferente! Joder… Me parto y me mondo. ¿Es que
existen varias maneras de querer, o de atraer, o de gustar?
¿Me estará tomando el pelo? ¿Le ‘pondrá’ joderme? Dice que
le pasa algo, pero que no puede decírmelo… Pues yo no le
veía muy preocupado cuando se esforzó por dar de sí mi
tanga… ¡Qué subnormal! Si ya sabía yo que un Aries no me
podría traer nada bueno…
¡Hostias! Se me ha olvidado bajar a por manzanas para la
tarta de mi hermana. No me lo puedo creer…. ¿Dónde tengo la
cabeza? ¡Cobarde, cobarde, mil veces cobarde! Mira como me
has dejado, aquí, en la cama, pensando. Seguro que tú estás
tan tranquilo, a saber dónde. ¿Dónde estarás? ¿Qué estarás
haciendo? A lo mejor pensando en mí y en lo que te pasa…
¡Basta, basta! Déjalo, Mónica, no merece la pena. Seguro que
él está a otra cosa. Esto no es sano. 1, 2, 3, 4, 5, 6…
Concéntrate en otra cosa, en las manzanas, en la tarta, en
el cumpleaños de tu hermana…
No puedo… ¡Coño! Como diría Rosi de Palma en Mujeres al
borde de un ataque de nervios: ‘bastante es que soy modelo
.‘ Bastante sí, bastante. ¡A la mierda con las manzanas! Mi
hermana está casada y feliz. Y yo aquí, comiéndome la
cabeza… ¡Qué rabia! ¿Por qué? ¿Por qué siempre me pasa lo
mismo? Cada vez me cuesta más superar los desengaños. Soy
como la versión española de Bridget Jones… Sólo me faltan
las bragas-faja gigantescas… ¡Qué penita! Como Bridget pero
sin un abogado buenorro que me quiera… Sólo tengo un loco
con rizos que muta cada dos por tres… ¡Loco, que estás loco!
Pero eres tan mono…
¿Por qué te alejas de mí? Te odiaba, y aún así te acercaste
a mí con el pico y la pala… No entiendo nada. ¡Así no hay un
Dios que pase página! Dame una explicación, aunque salga
escaldada, aunque sólo sea para que se me quiten las ganas
de mirarte a la cara. No se puede tirar la piedra y esconder
la mano. ¡Te quiero tanto!
Anda… me levantaré a comprar las putas manzanas… Aunque
bastante tengo yo con ser modelo… Sabiendo que no me quieres
pero sin saber qué coño te pasa.
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