• Miguel Ángel Fernández

    HISTORIA VIVA

    Invención de la imprenta

    por Miguel Ángel Fernández


IMPRENTA


El papel: producción, uso y difusión

Fue inventado por los chinos y su introducción en Europa tuvo lugar por los árabes a través de España, consolidando su comercio a partir del siglo X. Fue utilizado en Al-Andalus junto con el pergamino.

En la España cristiana se introdujo con el nacimiento de las universidades.

Es un material muy barato al ser elaborado con trapos de lino y algodón que se deshace hasta que es convertido en fibra. Se pasa por rueda de molino para ser convertido en pasta y se introduce en la forma para hacer el pliego de papel. Entonces son secadas hasta que eliminan totalmente la humedad.


La xilografía: el libro xilográfico

La xilografía es un sistema utilizado por los chinos antes de su llegada a Europa y lo utilizaban para estampar dibujos mediante un taco de madera en el cual se entintaba lo que se quería estampar. Este sistema fue muy utilizado en Europa en el siglo XV. 

Los primeros libros realizados en Europa con este sistema aparecieron en Holanda y Alemania en 1430. Estaban destinados a gente que no sabía leer y las estampaciones sustituían al texto. Uno de los libros más conocidos fue la Biblia Pauperum.

Se conservan muy pocos ejemplares, ya que al ser material de mucho uso se deterioraba enseguida. La xilografía se mantiene para la ilustración de los libros impresos durante el siglo XVI y parte del XVII.


Gutenberg inventor de los tipos móviles de metal

El sistema xilográfico era muy lento e impedía la realización de muchas copias en poco tiempo y la madera se deterioraba enseguida.

El tipo móvil ya era conocido en China en el siglo XI y aunque los tipos metálicos ya se conocieron en Corea, la falta de pruebas hace que se reconozca a Gutenberg como el inventor de los tipos móviles de metal.

Gutenberg nació en Maguncia alrededor de 1400. Fue desterrado a Estrasburgo donde residía en 1435 y se asoció con tres personas para explotar su invento. Está comprobada su presencia en Maguncia en 1444. En 1450 se asocia con el banquero Juan Fust para explotar un taller tipográfico. Al romperse esta asociación, Gutenberg tuvo que ceder al banquero todo su material.

Durante su asociación con Fust imprimió unas cartas de indulgencia del Papa Nicolás V, en letra gótica clara y pequeña. También imprimió la Biblia de 42 líneas o Mazarina a dos columnas.

Cuesta determinarle sus impresos al no aparecer el pie de imprenta. Fust se asocia con un antiguo empleado de Gutenberg y en 1457 imprimen un Salterio que se convierte en el primer libro con fecha de impresión.

Todos los que habían trabajado con Gutenberg se establecieron por su cuenta en las principales ciudades alemanas. Las imprentas se convirtieron en negocios familiares que perduraron durante generaciones.

En 1460 se estableció en Estrasburgo Juan Mentelin, que fue el primero en imprimir una Biblia en lengua vulgar. En Nuremberg se estableció Cronberger que llegó a tener representación en todas las ciudades europeas.


Difusión y desarrollo de la imprenta en Europa

El primer país europeo con imprenta después de Alemania fue Italia, que se estableció en el año 1464 a través del Monasterio de Subiaco. Fue introducida por Conrad Schweynheim y Arnold Pannatz, creando la letra romana. Tuvieron la protección del Papa Sixto IV.

La ciudad italiana que más desarrolló la imprenta fue Venecia donde Juan de Espira montó la primera imprenta incunable publicando Epístolas familiares de Cicerón e Historia natural de Plinio.

El impresor veneciano más importante fue Aldo Manuzio el viejo que se instaló en la ciudad en 1490 y que en 1494 ya había publicado 130 ediciones, la mayoría de autores clásicos griegos y latinos.

La imprenta se introdujo en Francia en 1470. Se implanta en tres grandes centros tipográficos: París, Lyon y Rouen. Las primeras ciudades de los Países Bajos con imprenta fueron Lovaina y Brujas en 1473 y Amberes en 1481.

La primera imprenta británica fue la de Westminster en 1476. En España la imprenta llegó a través de Italia. Juan Parix se instaló en Segovia y allí imprimió el Sinodal de Aguilafuente en 1472.


Los incunables

Este nombre se aplica a los primeros libros impresos. Son todos los libros realizados desde la aparición de la imprenta hasta 1500. En los países Escandinavos se prolonga hasta 1550 y en Hispanoamérica durante todo el siglo XVI.

Las características de los incunables son muy semejantes a las de los manuscritos ya que la intención de los primeros impresores era imitar todo lo posible el libro manuscrito. Los tipos de letra más utilizadas son gótica y romana.

Al igual que en los códices carecen de portada y comienzan con las palabras incipit o hic incipit. Eran de gran tamaño y sus hojas no se foliaban ni paginaban. Se utilizaba al igual que en los códices la signatura, el reclamo y el registro.

Para su ilustración se seguía el mismo método que con los manuscritos, imprimiendo el texto en tinta negra y dejando un hueco para las iniciales y las ilustraciones que eran realizadas artesanalmente.


Difusión y desarrollo de la imprenta en España

Llega en 1470 a través de Italia pero sus primeros impresores son alemanes. La primera obra impresa fue el Sinodal de Aguilafuente, realizada por Juan Parx de Heidelberg en Segovia en 1472.

Las siguientes obras impresas se producen en Barcelona y Zaragoza en 1475. En Barcelona se trata de la Gramática de Perottus realizada por Huan de Salzburgo y Pablo de Constanza y en Zaragoza el Manipulus Curatorum realizada por Mateo Flando.

Más tarde aparecen libros impresos en Burgos, Toledo, Valencia, Sevilla, Salamanca, Valladolid y Zamora. Los libros son de temas religiosos aunque también se imprimen gramáticas, diccionarios y obras en prosa y poesía.


El libro en el siglo XVI en Europa

En este siglo la cultura humanística alcanza sus cotas más altas. Lutero y Calvino vieron en el libro la mejor manera de difundir sus ideas. Lutero hizo que se crearan bibliotecas municipales en los lugares donde triunfaron sus tesis.

La renovación tipográfica se inició en Italia, ya que las rutas comerciales llevaban a Venecia. Sigue cobrando importancia Aldo Manuzio. En 1501 salió de sus prensas la primera edición de las obras de Virgilio, utilizando por primera vez la letra cursiva. Sus ediciones son conocidas como aldinas. Creó su marca de impresor y realizó bellísimas encuadernaciones con tapas de cartón.

En Florencia se establecieron los Giunta que editaron las obras de Petrarca en 1504, las de Dante en 1506 y las de Bocaccio en 1516. También se establecieron en Lyon y en España donde Juan de Junta creó imprentas en Burgos y Salamanca.

En Roma se estableció Antonio Blado que imprimió El Príncipe de Maquiavelo y el Índice inquisitorial en 1557.

En los Países Bajos, Amberes se convirtió en el centro impresor más importante de toda Europa. Aquí se estableció Cristóbal Plantino. En 1576 poseía 22 prensas e imprimió la Biblia de Arias Montano.

En Francia los impresores más importantes fueron la familia Estienne que tuvieron talleres en París, Lyon y Ginebra. Fueron tres generaciones de impresores. Robert Estienne imprimió un diccionario latino titulado Thesaurea linguae litanae.


El libro en el siglo XVI en España

Durante la primera mitad de siglo se utilizaron los tipos góticos que poco a poco son sustituidos por los romanos e itálicos. Para la ilustración se utilizaba el grabado xilográfico.

Todos los libros deben llevar portado en la que se informaba del título de la obra y el nombre de su autor. El libro experimentó varias disposiciones legales. Los focos de impresión más importantes fueron las ciudades con Universidad.

En Alcalá de Henares se estableció Arnoldo Guillén de Brocar que se encargó de imprimir la Biblia Políglota Complutense del Cardenal Cisneros, impresa en griego, latín y hebreo con caracteres góticos, romanos e itálicos. Se imprimieron 606 ejemplares. En Barcelona sobresale Carlos Amorós impresor de obras de Boscán y Garcilaso, y Juan Rosenbach impresor en catalán, castellano y latín.


Las bibliotecas en los siglos XV y XVI

El siglo XV es el siglo de las bibliotecas privadas pertenecientes a bibliófilos. Se dieron dos tipos de bibliófilos: el primero formado por los que querían coleccionar manuscritos y el segundo integrado por los que daban importancia al contenido del libro.

Fue famosa la biblioteca de los Medici, cuyo miembro más importante, Cosimo el Viejo, llegó a reunir 800 volúmenes. Lorenzo de Medici atesoró cerca de 1000 ejemplares.

La Biblioteca Vaticana arranca en la Edad Media pero sus libros se dispersaron al trasladarse los Papas a Aviñón. En esta ciudad Juan XXII y Clemente VI formaron una biblioteca de 2400 volúmenes que no viajaron a Roma una vez regresaron los Papas definitivamente. Cuando Cosimo de Medici fue nombrado Papa reunió en la biblioteca Vaticana 1200 volúmenes.

Los Duques de Ferrara formaron una biblioteca con más de 500 ejemplares, algunos de ellos manuscritos.

El bibliotecario en el siglo XVI pasa a ser del conservador y el reponedor de libros a ser la persona que asesora a los príncipes y nobles a la hora de adquirir nuevos ejemplares.

Isabel la Católica llegó a poseer de cerca de un millar de libros, entre los que había manuscritos. El Marqués de Santillana, tuvo la biblioteca de manuscritos más importante de la época.

El siglo XVI es el siglo de las Bibliotecas Nacionales. Nace la Biblioteca Nacional de Francia cuyo embrión es la Biblioteca Real. En 1558 se crea la Biblioteca Nacional de Baviera. En el siglo XVI también se funda la Biblioteca Nacional de Austria.

En España surge la Biblioteca de la Universidad Complutense, creada por el Cardenal Cisneros. Contaba con una importante colección de manuscritos. Hoy en día es la segunda biblioteca más importante de España en cuanto al número de volúmenes.

También fue importante la Biblioteca Colombina, creada por Fernando Colón. Llegó a reunir 300 volúmenes. Felipe II creó la Biblioteca de El Escorial a la que en 1565 donó 42 libros. En 1566 hizo un nuevo envío de libros.


El libro en el siglo XVII en Europa

Las impresiones son de mala calidad y el papel es de mala consistencia. Decaen las ediciones de autores clásicos y las tiradas de la Biblia. Las obras en lengua vernácula no traspasan la frontera de los países.

El centro más importante de este siglo es Holanda que se independizó de España. Al no tener ni Inquisición ni poder absoluto fue un lugar abierto a todas las ideas.

Sobresalen los Elzeviros. Llegaron a tener talleres en Leyden, La Haya, Utrecht y Copenhague. También destaca la familia Blauer especialista en publicar Atlas Geográficos.

En Francia los reyes dictaron disposiciones que limitaban la libertad de edición. Se ordenó que se redujeran a 36 los talleres en París y se obligó a que los aprendices fueran católicos y franceses. Sobresalió Antoine Vitrée que utilizó los tipos orientales.


El libro en el siglo XVII en España

El libro siguió la tónica de decadencia de los países europeos. Felipe IV impuso un impuesto al libro. La censura siguió existiendo y la impresión tenía que ser autorizada por el Consejo Real.

Los dos focos impresores se fijaron en Madrid y Valencia. Madrid tenía Imprenta Real y se instaló Juan de la Cuesta que imprimió la primera edición de El Quijote en 1605, además de las Novelas ejemplares, el Persiles y la segunda parte de El Quijote.


Las Publicaciones Periódicas

En el siglo XVII surgen las publicaciones que son el germen de lo que hoy conocemos como publicaciones periódicas, que nacieron para el público que solo sabe leer en lengua vernácula. Vieron la luz en Alemania con el nombre de relationen o avisa y tenían periodicidad semanal.

También surgieron las revistas científicas en lenguas vernáculas que hasta entonces se publicaban en latín. En España carecieron de interés para los reyes y sus válidos ya que las veían como un elemento subversivo contra la Corona. La primera publicación española fue La Gazeta.


Las bibliotecas en el siglo XVII

Se crea la biblioteca Bodleiana en Oxford. Inaugurada en 1602 con cerca de 300 manuscritos y 1700 impresos. En 1606 los fondos se habían triplicado. Contenía obras de teología protestante y católica y escritas en latín y lengua vernácula.

Otra biblioteca importante fue la Ambrosiana de Milán creada por Federico Borromeo y que reunió 30000 impresos y 15000 manuscritos. En Francia el Cardenal Mazarino creó una biblioteca con 40000 volúmenes poniendo al frente a Gabriel Naudé.

En España se crean bibliotecas particulares como las de Diego Sarmiento, Conde Duque de Olivares, Gaspar de Guzmán, Ramírez de Prado o Juan Lucas Cortés.

Destacamos a Nicolás Antonio que reunió una biblioteca de 30000 volúmenes. Pero fue famoso por sus trabajos bibliográficos. Es el autor de la Bibliotheca Hispana Nova en 1672 y doce años después de morir se publicó Bibliotheca Hispana Vetus revisada por Manuel Martín Zaragoza.


Para ampliar:

- Dahl, Sven: “Historia del libro”, Madrid: Alianza, 1972.
- Escolar, Hipólito: “Historia del libro”, Madrid: Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 1985.
- Escolar, Hipólito: “Historia de las bibliotecas”, Madrid: Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 1990.
- Haebler, Conrad: “Introducción al estudio de los incunables”, Madrid: Ollero y Ramos, 1995.
- Millares Carlo, Agustín: “Introducción a la historia del libro y de las bibliotecas”, México D.F, Fondo de Cultura Económica, 1971.
- Simón Díaz, José: “El libro español antiguo”, Kassel: Reichemberger, 1983.

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