Abril, 2010
Les voy a contar algo sorprendente, algo extraordinariamente positivo que vengo notando desde
hace bastante tiempo y que, aún a falta de estudios científicos que lo demuestre (no los hay
ni los habrá), no tengo más remedio que achacar al Régimen Ancestral.
Como muchos de Vdes. sabrán, el Resfriado Común -también llamado catarro o resfrío- es una de
las enfermedades infecciosa más comunes. Sus síntomas se manifiestan con estornudos y tos,
secreción nasal y congestión, ojos llorosos, dolor de cabeza, dolor en la garganta y una
sensación de malestar general. Normalmente dura entre 7 y 10 días y suele curarse por la
acción del sistema inmunitario, ya que, al ser causado por virus no tiene -ni existe- un
tratamiento específico. Incluso las vacunas, al haber una gran variedad de agentes causantes,
suelen ser ineficaces.
Cuando una persona coge un resfriado, el sistema inmunológico comienza a defenderse del virus
concreto que lo provoca hasta que consigue crear suficientes defensas y lo vence. A partir de
ese momento queda inmunizado contra ese virus. Pero los virus del resfriado mutan
continuamente, con lo que el virus del próximo ataque será un nuevo ejemplar que nuestro
sistema inmune no podrá reconocer. Por tanto el proceso comienza de nuevo con un nuevo
resfriado. Claro que, si nuestro sistema inmune está en perfectas condiciones, puede reconocer
y vencer a la mayoría de estas mutaciones si son mínimas y poco distintas del original, con lo
que sólo podrá provocarnos un nuevo resfriado una mutación más completa que haga al virus
irreconocible.
Yo he sufrido los resfriados con muchísima frecuencia. Del orden de 6 a 10 durante el año y en
cualquier época, tanto en invierno como en pleno verano. Y eso no es todo: mis resfriados, con
una producción de mucosidad superlativa, me hacían estar continuamente sonándome gastando cada
día infinidad de pañuelos. Y no se iban en 7 días, no: su duración podía ser de un mes o más y
juntarse uno con el siguiente. Fuera de serie, ya les digo. Ni vitamina C en abundancia ni
ninguno de los tres mil potingues que venden en farmacias hacían lo más mínimo por quitarlo o
reducir sus síntomas. No había nada que hacer sino soportarlo. Y así durante muchos años...
Sin embargo, al poco de iniciar el seguimiento del Régimen Ancestral -y, por supuesto, dejar
de tomar leche por completo-, ya comencé a notar que mis resfriados duraban menos. Y que la
producción mucosa era algo menor. Pero seguía resfriándome casi con igual frecuencia. Así lo
estuve notando desde Diciembre de 2006 hasta Mayo de 2008 (y aquí viene la sorpresa), mes en
el que tuve el último resfriado que recuerdo. O sea, que llevo dos años sin resfriados de
ningún tipo. ¡Dos años!
Estaba esperando un próximo resfriado para contárselo... y hasta ahora no ha llegado. Pero,
mínimo, nada que ver con aquellos formidables resfriados que recuerdo de toda la vida. Podemos
decir que normalito, con una producción de mocos más bien escasa y unos síntomas tan leves que
no me limita en nada. Así, pues, de fecha a fecha son dos años sin resfriados. Algo increíble
en una persona para la que su "estado normal" era estar resfriado casi continuamente.
Tengo que decir que la leche y los lácteos, en situaciones como procesos gripales o
catarrales, así como en determinadas alergias, suele producir un exceso de mucosidad. Es algo
que se sabe y que, aunque su médico no le prohíba la leche ni le hable del tema, son muchos
los estudios que lo corroboran. Algunos de estos estudios afirman que una de las causas del
exceso de la producción de mucosidad es el pH excesivamente ácido de algunos derivados lácteos
como el yogur, mientras que otros -en mi opinión, más fiables- señalan a las proteínas
presentes en la leche de vaca como causa en el origen de las mucosidades nasales excesivas.
Existe desconocimiento -por falta de estudios y su correspondiente divulgación por los
estamentos oficiales- sobre la relación de los lácteos en el aumento de la mucosidad y, muy
posiblemente, en su incidencia como causa o elemento predisponente en resfriados, procesos
catarrales o alergias. Tan escaso o nulo conocimiento como el que existe de éste y otros
alimentos en el origen de patologías muchos más graves y severas como la Artritis Reumatoide,
la Espondilitis Anquilosante, el Lupus Eritematoso, etc., etc.
Afortunadamente, tenemos el valiosísimo e incuestionable legado que el Profesor Seignalet nos
dejó en su Régimen Ancestral y la ayuda de algunos, muy pocos, divulgadores -como este humilde
servidor- empeñados en que la gente se cure de sus enfermedades y dolores sin necesidad de
gastarse un dineral en médicos y medicinas, es decir, poniéndoles a su alcance los
conocimientos suficientes para que sepan de dónde le vienen esas enfermedades que los médicos
dicen "que no tienen cura". Hace falta tesón y paciencia, pero lo conseguiremos poco a poco.
Pues, ya lo saben: si padecen de alguna enfermedad reumática, autoinmune, neurológica y otras
muchas que se describen en el
Listado de Enfermedades curables con el
Régimen Ancestral, deben comenzar cuanto antes a poner en práctica cuanto se dice en
el mismo con la seguridad de que su enfermedad remitirá o, en el peor de los casos -debido a
circunstancias propias de cada uno que habría que estudiar aparte-, una mejora general de su
estado imposible de conseguir por otros medios.
Pero, eso no es todo: si padecen resfriados con frecuencia, abundantes de mocos y problemas,
dejen de tomar leches y lácteos de inmediato y, si quieren ir un poco más adelante en la
mejora de su estado de salud, comiencen el Régimen Ancestral y notará que estas mejoras se
hacen patentes de inmediato. Su organismo, sus células, dejarán de ensuciarse con la cantidad
de tóxicos que le echamos al cuerpo con la alimentación actual y su sistema inmunológico
estará sano y preparado para hacer frente a cualquier patología que se le presente.
No lo dude... Y no espere más información sobre el tema, ni oficial ni de ningún tipo. A los
grandes Laboratorios y a sus amos (léase Banca, dinero) no les interesa perder el
extraordinario negocio que supone la venta de millones y millones de fármacos que se venden
cada año para resfriados y catarros. Nadie les va a matar su gallina de los huevos de oro.
Ampliación a lo referido en el artículo.
Mayo, 2010
El resfriado me duró desde principios de abril hasta finales del mes. En total unos
20 días. Y, como ya les dije, bastante menos severo que aquellos resfriados que siempre había
sufrido. Ahora lo que espero es que transcurran otros dos años antes de coger un nuevo
resfriado. Ya les contaré.
Nueva ampliación
Enero 2014
Sorprendentemente, desde que comenzara el Régimen (Diciembre de 2006) hasta la fecha
(Enero 2014), sólo he sufrido tres resfriados, el que refiero en el artículo de mayo de 2008,
el que le siguió en abril de 2010 y el último (tan mínimo y rápido como los anteriores), en
marzo de 2013. Así, pues, considerando cuanto les comento en el artículo, no cabe la menor
duda de que excluir la leche animal de nuestra dieta, más las indudables bondades del Régimen
Ancestral, nos reporta una extraordinaria mejora en nuestro sistema inmune que hace que
nuestro organismo sea capaz de vencer los ataques de enfermedades tan insidiosas y difíciles
de eludir como el resfriado.
Queda claro que el Régimen no sólo nos cura de nuestra Artritis, Lupus, Espondilitis o lo que
sea, sino que, además, nos hace inmunes o capaces de vencer otras enfermedades. Juzguen
ustedes.
Nota:
En
La Web de la Artritis Reumatoide, además de un consultorio
on line, dispone de descripciones de
otras muchas patologías comprendidas entre las reumatológicas,
neurológicas, autoinmunes en general
y de las denominadas de
ensuciamiento y
eliminación.
URL: La Web de la Artritis Reumatoide