Había escrito una historia de amor y quería dedicársela a su amante sin que su esposa se enterara.
Tuvo suerte. Ocupaba un alto cargo en la OTAN y su amante se llamaba Onésima Torcuata Andrómeda
Nomeolvides. Así que dedicó su historia de amor “A mi querida OTAN” con el beneplácito de su esposa que admiraba a la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
NO ES CORONEL Y TAMPOCO TIENE QUIEN LE ESCRIBA
-Cosmar Curnowi.
-Disculpe, señor ¿podría repetirlo?
-Cos-mar Cur-no-wi.
-Un momento, por favor.
Y regresando del fondo de la oficina de correo:
-No señor, nada a ese nombre.
La escena se repite diario a lo largo del año. Por fin, hay carta para el señor Cosmar Curnowi. Tan confundido queda al recibirla, que se marcha sin saludar. Son las vísperas de Navidad y los empleados de
correo, conmovidos por la inútil fidelidad, le han escrito una carta deseándole felices fiestas.
Pero el señor Cosmar Curnowi nunca regresará al correo. Un mes más tarde, muere. Entonces se sabe que en
realidad se llama Marcos Winocur, un alto de cartas a su nombre es devuelto a los remitentes.
Ver Curriculum
