Cuando el señor Ministro dice "Hay que apretarse el cinturón" lo que está diciendo es que Pepito Pérez, que todavía conserva el puesto en la empresa de maquinaria para hostelería después de la última remodelación, en la que más de cincuenta de sus compañeros fueron directamente al paro, tiene que replantearse las cuentas y eliminar una serie de gastos porque, a pesar de que tuvo que aceptar lo de trabajar dos horas más diarias además del recorte en el sueldo, porque si no la empresa no podía continuar, lo que viene a cobrar cada mes apenas alcanza para pagar la hipoteca, la letra del coche y la del crédito que pidió para renovar los muebles del cuarto de los niños y cambiar la vieja lavadora que, ya con diez años, pedía la jubilación a gritos.

Así que Pepito Pérez, después de más de dos horas haciendo cuentas, vio que tenía que suprimir los tres días que pensaban pasar fuera durante el puente de Semana Santa, que el pintado del coche iba a tener que seguir esperando otra temporadita y que lo de la niña no iba a poder ser, no ya lo de ir a estudiar fuera, sino que habría que ver si podía comenzar la carrera o tendría que ir buscando algún trabajito. Y en los gastos domésticos recortes por un tubo: fuera las clases de inglés del mayor, fuera el gimnasio del chico, fuera la peluquería de la Toñi, fuera las copitas de los sábados... y hasta lo del tabaco, que había que pensar ya en dejarlo. Bueno, y todavía... (aquí, pensando ya en los recortes a la lista del supermercado, fue cuando dijo "Ufffff...")

Y lo mismo que Pepito Pérez, le pasa el vecino de al lado, al otro de más allá y al otro y al otro, es decir, a todo quisqui currante por cuna y condición. Porque apretarse el cinturón significa que todos los españoles, de capitán a paje, tiene que adaptar su presupuesto de gastos a los recortes de sueldos y pagar más impuestos con el sacrosanto objetivo de contribuir al saneamiento de la economía nacional.

Claro que, de capitán para arriba... Pues, no crean, que hasta el señor Ministro ha tenido que hacer recortes en sus gastos corrientes y de casa. Su señora esposa ha tenido que suprimir la peluquería, la manicura, los masajes y la sauna de todos los lunes. Ahora sólo se arreglará el pelo y demás los miércoles y los viernes. Y de los cuatro profesores particulares que asistían a casa para ayudar al mayor en sus estudios, el de Historia suspendido hasta mejores tiempos. La niña va a continuar los estudios, pero para el próximo curso, en lugar de en la Universidad de Princeton, tendrá que hacerlo en la de Glasgow o Manchester, que están más cerca y son menos costosas. Por lo de viajes y vacaciones no hay problemas porque se aprovechan los oficiales, pero habrá que anular la compra del chalecito en las Bahamas porque, de momento, tal como están las cosas.... Y los pedidos mensuales de jamones y demás ibéricos, el caviar, las langostas, el marisco de Sanlúcar, las cajas de Rioja y las de Champagne.. en fin, todo lo que supone gastos extras, porque no son necesarios, además, con los que llegan de regalos sobra. Y, no crean, pero todavía hay algún que otro recorte más... Y aunque no se lo crean, también hay recortes en casa del señor presidente del Banco tal, y en la del director general de la empresa equis, y en la del señor consejero, y en la del señor subsecretario, y en la del otro y el otro y el otro. Ya le digo, en la de todo quisqui, porque todos tienen perfectamente asumido el sacrosanto compromiso de contribuir al saneamiento de la economía nacional.

Y si no fuera porque ustedes se me está riendo, les contaría con detalles los apuros que, con los dichosos ajustes y recortes, pasan para llegar a final de mes el señor presidente del Gobierno y los demás ministros, los señores diputados y senadores, los presidentes de la patronal y sindicatos, los mandamases de las diversas autonomías, los de las diputaciones, los señores alcaldes y demás munícipes, los delegados del Gobierno, los de los ministerios, sociedades estatales y otros muchos rangos y altos cargos. Porque, no saben ustedes lo que...

Bueno, si van a continuar riéndose lo dejo aquí. Joé, que les estoy contando con toda la seriedad del mundo lo que quería expresar el señor Ministro con la españolísima locución de que "hay que apretarse el cinturón", y se me están riendo como si fuera una cosa de guasa. Pues, no. Contribuir al saneamiento de la economía nacional es un deber de todos y todos debemos adaptarnos a las imposiciones de la actual economía, que no saben ustedes el enorme pesar que aflige al señor presidente del Gobierno y al señor ministro cuando han tenido que imponer estos recortes de sueldos y subidas de impuestos a los...

¡Ah!, ¿van a seguir con las risitas? ¡Ea!, pues se acabó... La próxima vez que quieran saber algo sobre el Gobierno y los políticos se van ustedes al circo de los Hermanos Tonetti...

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