La tristeza se asoma discreta en tu mirada
como por la rendija de un secreto.
Por mucho que me ría, no podré
contagiar a la muerte.
El llanto es odre que el dolor revienta.
Oh, qué anverso y reverso es vida y muerte.
Vivir es la moneda que los lleva.
La noche es un paréntesis del día que se olvida de sí mismo.
El amor es lo único que tropieza dos veces con la piedra,
pero no la maldice.
Quien ha aprendido a andar entre las sombras
se merece la ayuda de una mano de luz.
Sólo quien calla entiende lo que dice el silencio.
Amor que sueña, corazón que vuela.
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