La
Enfermedad de Crohn es una enfermedad crónica
idiopática con un posible componente autoinmune por el
cual el sistema inmunitario del individuo ataca su
propio intestino produciendo inflamación. Frecuentemente
la parte afectada es el íleon o tramo final del
intestino delgado, aunque la enfermedad puede aparecer
en el colon, en el recto y, más raramente, en otros
lugares del tubo digestivo.
Este mal, englobado dentro del grupo de las Enfermedades
Inflamatorias Intestinales (EII) -del cual también forma
parte la Colitis Ulcerosa o Rectocolitis Hemorrágica y
la Colitis Indeterminada-, puede encontrarse a veces
bajo el nombre de Enteritis Regional o el de Ileocolitis
Granulomatosa.
La Enfermedad de Crohn puede ocurrir a cualquier edad,
pero generalmente se presenta en personas entre los 15 y
los 40 años. La prevalencia, al igual que la Colitis
Ulcerosa, es la misma en hombres y mujeres, si bien la
primera se observa algo más frecuentemente en las
mujeres.
Aunque el origen exacto de la enfermedad es desconocido,
se sabe de factores de carácter genético y ambiental que
aumentan el riesgo de padecerla. Varios estudios han
asociado la enfermedad a variantes genéticas, entre
otras un gen del cromosoma 16 (CARD15 o NOD2, situado en
el gen 16q12), pero no es una enfermedad hereditaria en
un sentido estricto.
Los síntomas pueden ser muy variables entre unos y otros
pacientes. Unos pocos apenas se ven afectados por
molestias, mientras otros pocos las padecen muy graves y
continuadas. La mayoría se encuentra entre uno y otro
extremo, con síntomas que aparecen y desaparecen.
Dependiendo de dónde esté localizada la enfermedad, los
síntomas pueden variar. Las personas con afectación del
intestino delgado tienen, sobre todo, diarrea, dolor
abdominal, debilidad, pérdida de peso, falta de apetito,
etc. En el caso de la afectación del colon, va a
predominar la diarrea, a veces con sangre. Los afectados
en el ano pueden desarrollar lesiones de tipo fístulas,
abscesos o úlceras. Los pacientes que tienen síntomas
inflamatorios suelen tener más dolor y diarrea, mientras
que los que tienen síntomas de estenosis o estrechez,
además del dolor, pueden presentar obstrucción
intestinal. En cada paciente se pueden añadir otros
síntomas comunes, como los dependientes de la anemia,
palidez, debilidad, adinamia..., o de las
manifestaciones extraintestinales, dolores articulares,
artritis periférica, espondilitis, sacroileítis,
lesiones en la piel, inflamación del hígado, de las
encías, etc., o digestivos como dolor abdominal y
vómitos.
En el aspecto biológico la analítica nos muestra una VSG
acelerada, PCR aumentada, signos de anemia, leucocitosis
con polinucleosis e hipoalbuminemia. El diagnóstico
suele completarse con Resonancia Magnética (RM) y
Tomografía Computerizada (TAC) del abdomen, exámenes
radiográficos, enema baritado, tránsito del intestino
delgado y esofagogastroduodenal, endoscopia, coloscopia,
rectoscopia, ileoscopia y biopsias. También suelen
hacerse cultivo de heces (coprocultivo), examen de
parásitos en heces y detección de toxinas de microbios
en la deposición. En casos dudosos se suele recurrir a
los llamados ANCAs, unos anticuerpos que suelen ser
positivos en la Colitis Ulcerosa, y los llamados ASCAs
en la Enfermedad de Crohn.
En el tratamiento de las EII se emplean diversos
fármacos, en primer lugar los salicilatos junto a
antibióticos para los abscesos o fístulas. Si no se
responde a los salicilatos, se usan los corticoides (prednisona
y metilprednisolona), o bien fármacos como la
ciclosporina, la azatioprina o el micofenolato. Son los
llamados inmunosupresores, que bajan las defensas
naturales. Si la enfermedad se muestra grave y no
responde a estos tipos de medicamentos, se emplea la
terapia biológica. Los fármacos en este grupo, los anti-TNF,
abarcan Infliximab (Remicade), Adalimumab (Humira),
Certolizumab (Cimzia), Natalizumab (Tysabri), etc.
También suele usarse -generalmente interno- tratamientos
de nutrición artificial por vía oral o intravenosa, con
muy buenos pero efímeros resultados.
En los brotes graves puede ser preciso el ingreso para
tratamiento con reposo intestinal. En estos casos se
usan anticuerpos creados por ingeniería molecular, que
pueden bloquear la inflamación. Si tampoco hay
respuesta, se puede optar por la cirugía, pero hay que
saber que ninguna operación cura las EII, ni la
Enfermedad de Crohn ni la Colitis Ulcerosa ni la
Indeterminada, si bien, al quitar la zona más dañada, la
persona queda libre de síntomas durante un plazo más o
menos largo. Se sabe de casos en que los pacientes han
durado hasta más de 15 años sin síntomas.
El Régimen Ancestral
El seguimiento de Régimen Ancestral puede reportar hasta
una remisión completa en la mayoría de los casos de
pacientes con Enfermedad de Crohn. Si se observan
cuidadosamente todas las pautas, es decir, se hace a
rajatabla, es muy posible que la mayor parte de los
síntomas desaparezcan en los primeros meses y que antes
de un año se recupere, si no todos los órganos y tejidos
dañados (porque estén muy estenosados o fibrosados), sí
una muy buena parte de ellos.
No ocurre lo mismo con la Colitis Ulcerosa que, al tener
un mecanismo de ensuciamiento y eliminación distinto a
las demás patologías reumatológicas y autoinmunes (los
agentes agresores no provienen de la sangre sino de la
luz del colon y del recto), la acción de algunas
bacterias y residuos de la digestión (existentes
siempre, aunque estén más limitados por el Régimen),
junto a una alta permeabilidad de la mucosa intestinal,
la ausencia de mucus y la desaparición de células de
mucus, el Régimen no puede ejercer ninguna acción sobre
ellos. Con su seguimiento puede obtenerse mejorías
apreciables, pero parece poco probable una remisión
completa.
En cualquier caso, para las tres Enfermedades
Inflamatorias Intestinales, por su correlación con la EA
y demás espondiloartropatías, además de un seguimiento
muy estricto del Régimen Ancestral, considero adecuado
moderar la ingesta de carbohidratos y eliminar los más
altos en almidón, como las patatas, plátanos, manzanas,
etc.
Nota:
En
La Web de la Artritis Reumatoide, además de un consultorio
on line, dispone de descripciones de
otras muchas patologías comprendidas entre las reumatológicas,
neurológicas, autoinmunes en general
y de las denominadas de
ensuciamiento y
eliminación.
URL: La Web de la Artritis Reumatoide