Rincón de la Poesía 

Edwin Murillo
Carolina del Sur, EEUU






Deicidio


¡Qué silencioso sufrir!
cada noche, señor
contemplativo, devorado en
el perfume de mi conciencia

Ha muerto todo oscuridad
y yo tan immor(t)al…

Mine own fears, no!
nor my profane soul
awakening to my absolution in me
a whisper of reneged sublimation, no!

When to a session of soft,
soothing sleeplessness
I summon
a remembrance of voices past…

Echoes rejoiced in sweet
restlessness

Nadie comprendería el aroma
deslumbrante
hoja de olivo, caña dulce
en mi vientre

Jardín de mi agonía
idilio sombrío de mi salvación
amor nuestro último pecado
Y yo enfrentado a mi vida
en este vallenato tão desafinado

¿Crueldad eres tú?
Soy yo, tu vástago
Herencia decrepita desangra de mis venas
Frías y ocres

¿Venganza eres tú?
Soy yo, el primogénito
Heredero del látigo bárbaro
Retoño de virilidad desaforada
Entre lágrimas púrpuras
y ríos amónicos de miel blanca

¿Sonrisa eres tú?
Yo soy tu fruto
Verosimilitudes errante, reflejos siniestros de
tu bastarda conciencia y
mi culpabilidad.

Distorted names cloud you
Through your talons, our amber
Of verbs, scents, landscapes
Atomized lyrics into our anthropomorphic phonemes
Which sadly escape you…
So you might prove a worthy one
If only you do not speak my dialects…
Apathy your name is true!

Acariciar la mano monstruosa en la piel de un bebé
Y sollozar perdón en los ojos triste del odiar
Contemplar la vida deseada en la rosa que se fue
Y la conciencia tétrica que Ud. nos hizo saborear…
Como tu Dios en mi tierra no tiene parceiros
Como no tiene amigos roza el aire
Y yo inquieto las aguas herméticas
De mil liras…

Para perpetuar silencios crípticos de conformidad
Y esperanzas piadosas de
Relámpagos enanos, tiranos demoníacos
con risas de luz súbita y traviesa
Y tu impetuosa lumbre, trémula
Hace despertar infinitamente
Nuestro carmín resplandeciente

Para fastidiar los ecos mudos
De la intransigente intranscendencia
Sombras húmedas agobiadas
De toxicómana tos tísica
Y los cielos lánguidos asfixiados de murmullos enlazados

Y terminar por fin la ingrata soledad fatal,
Piedra translucida de nuestra mayor pesadumbre,
Pero sospecho, las nuestras muertes
Consciencia errante que hace retoñar
Flores fúnebres…









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