La
Tiroiditis es un término general que se refiere a la
inflamación de la glándula tiroides. Cada uno de los
diferentes tipos patológicos que se conocen incluye una
serie de trastornos individuales que producen distintas
presentaciones clínicas. Aunque todos ellos tienen en
común la inflamación y daño de las células tiroideas,
muchos de los casos tienen un origen autoinmune,
causados por anticuerpos, siendo su etiología
desconocida. También pueden ser causadas por virus o
bacterias, que operan igual que los anticuerpos y causan
los mismos efectos en la glándula. Finalmente, drogas
como el interferón y la amiodarona, y también las
radiaciones, pueden ocasionar efectos similares.
Las enfermedades autoinmunes tiroideas más frecuentes
son la Enfermedad de Basedow (EGB), la Tiroiditis de
Hashimoto (TH) (conocida también por Tiroiditis Crónica,
Tiroiditis Linfocítica o Tiroiditis Indolora), la
Tiroiditis Posparto y la Tiroiditis Linfocítica
Subaguda. La Tiroiditis Aguda o Tiroiditis Supurativa
son ocasionadas por bacterias o algún otro agente
inflamatorio. La Tiroiditis Granulomatosa Subaguda es de
origen viral. Por último estarían las tiroiditis
inducidas por agentes farmacológicos o por radiación.
Muchos autores consideran que las enfermedades tiroideas
de carácter inmunológico son expresiones clínicas de un
mismo proceso.
Enfermedad de Graves-Basedow (EGB)
La Enfermedad de Graves-Basedow (o Enfermedad de Basedow),
es de origen autoinmune y se manifiesta por una
actividad excesiva de toda la glándula tiroides. Es el
único tipo de hipertiroidismo que produce una
inflamación de los tejidos que rodean a los ojos, además
de ojos que protruyen (oftalmopatía). Con menos
frecuencia, también suele ocasionar una dermopatía.
Suele ser indolora. Es bastante frecuente y suele
afectar a mujeres con una incidencia de entre 4 a 10 por
cada varón. La edad de aparición suele ser entre los 20
y 50 años.
Los síntomas de la tirotoxicosis (niveles excesivos de
hormonas tiroideas) son temblores, trastornos del ritmo
cardíaco, nerviosismo, insomnio, calor y sudoración
excesiva, pérdida de peso, termofobia, exageradas ganas
de beber y adinamia. Los de la oftalmopatía son quemazón
en la conjuntiva, ojos saltones, lagrimeo y retracción
del párpado. La dermopatía suele consistir en un
mixedema pretibial, un engrosamiento rojizo e irregular
de la piel que cubre las piernas. En muchos casos suele
estar desencadenada por el estrés o, a veces, por una
virosis. Algunos autores (Luo y col.), basándose en
diversas pruebas, teorizan que puede ser causada por la
bacteria intestinal Yersinia enterocolítica.
En las pruebas de laboratorio se suelen detectar varios
anticuerpos: antimicrosomales (anti TPO)
antitiroglobulina (anti TGB) y antirreceptores de la TSH.
Las hormonas tiroideas T3 (triyodotironina) y T4
(tiroxina), están muy elevadas. La hormona TSH (que
estimula la tiroides) suele estar muy baja. La VSG y la
Proteína C reactiva suelen estar normales. Presenta
correlación con el HLA-DR3. Suele tratarse con
antitiroideos por vía oral (carbimazol, metimazol,
propiltiouracilo) solos o en combinación con tiroxina,
yodo radioactivo, AINEs, corticoides y beta bloqueantes.
Tiroiditis de Hashimoto (TH)
La Tiroiditis de Hashimoto, o Tiroiditis Crónica, es
también de origen autoinmune y se caracteriza por la
infiltración de linfocitos en la tiroides y la formación
de unas células que adquieren tinción rosada (células de
Askanazy). Es la más común de las tiroiditis
inflamatorias y predomina en las mujeres (15/1) entre
los 30 y 60 años de edad. Como la anterior, suele ser
indolora a nivel local.
Dentro de los síntomas más comunes destacan, astenia,
adinamia, sequedad de la piel, sensación de frío, caída
del pelo, mala memoria, estreñimiento, disnea, voz
ronca, hipermenorrea, calambres, dolor en
articulaciones, uñas débiles y de crecimiento lento y
bajada de la libido (deseo sexual).
La palpación, completada por la ecografía y la
escintigrafía, pueden revelar un bocio difuso y
simétrico, un bocio multinodular, un nódulo aislado o
una atrofia de la glándula. Es variable en su
funcionamiento y se puede hallar total normalidad o un
franco hipotiroidismo. En muy raras ocasiones
hipertiroidismo. Los exámenes biológicos revelan que los
anticuerpos antimicrosomales y antitiroglobulina tienen
un título elevado, así como la TSH, mientras las
hormonas tiroideas T3 y T4 están normales o bajas. La
VSG y la Proteína C reactiva suelen estar normales. La
forma hipertrófica, con bocio, está asociada al HLA-DR5
y la atrófica al HLA-DR4. Se trata con hormona tiroidea
(levotiroxina) a dosis sustitutiva y necesita chequeos
periódicos.
Tiroiditis posparto
La Tiroiditis posparto es una forma de tiroiditis
autoinmune evolutiva que se diagnostica unos meses
después del parto. La sintomatología es muy parecida a
la anterior y se suele presentar en mujeres con
antecedentes familiares de enfermedad tiroidea
autoinmune.
El clínico advierte la presencia de un bocio pequeño
indoloro y de consistencia aumentada entre los 2 y 6
meses después del parto. La paciente puede tener
hipotiroidismo, hipertiroidismo, o ambos en fases
sucesivas. En el 80% de las mujeres, la función tiroidea
se normaliza al año y las restantes desarrollan
hipotiroidismo. Cuando la formación de Tiroglobulina es
persistente, ocasiona la Tiroiditis Inmunitaria Crónica
Evolutiva (TICE).
Los signos clínicos suelen ser discretos. En la fase
tirotóxica, que dura de 1 a 3 meses, se advierte
repentina pérdida de peso, aceleramiento de los latidos
cardíacos, cansancio, ligera irritabilidad e insomnio.
En la fase hipotiroidea, que suele ocurrir de 1 a 3
meses después de la fase tirotóxica y durar de 9 a 12
meses, los síntomas incluyen fatiga, aumento de peso,
estreñimiento, depresión, poca tolerancia al ejercicio,
piel seca y alopecia. Los resultados de laboratorio
dependen de la fase y se suele encontrar niveles altos
de T3 y T4 y bajos de TSH en la primera, y al contrario
en la segunda. El tratamiento que no siempre es
necesario, puede serlo para aquellos casos en que la
glándula está muy dañada. Puede incluir drogas
antitiroideas, hormona tiroidea y yodo radioactivo.
Tiroiditis Aguda o Supurativa
La Tiroiditis Aguda o Tiroiditis Supurativa es poco
frecuente y suele estar ocasionada por bacterias,
especialmente Streptococcus pyrogenes, Streptococcus
aureus y Streptococcus pneumoniae). El dolor suele ser
unilateral en la región anterior del cuello, asociado
con eritema y dolor intenso a la palpación. Otros
síntomas son: disfagia, fiebre y disfonía y puede
hallarse la presencia de un absceso. La función tiroidea
es normal, la VSG es muy elevada, así como la PCR,
además de muy marcada leucocitosis. Suele haber anemia
leve. El tratamiento consiste en la administración del
antibiótico adecuado.
Tiroiditis Granulomatosa Subaguda (TGS)
La Tiroiditis Granulomatosa Subaguda, conocida también
como de De Quervain o Tiroiditis de Células Gigantes
(por la presencia de células gigantes multinucleadas),
es la más frecuente de las tiroiditis dolorosas.
Predomina en mujeres entre los 40 y 50 años de edad. Su
etiología es de tipo viral y a menudo ocurre después de
una infección viral de las vías respiratorias altas.
Suele comenzar con mialgias, faringitis y febrícula para
luego aparecer un bocio difuso y doloroso a la
palpación. La función de la glándula está muy alterada y
puede haber hipertiroidismo o hipotiroidismo, pudiendo
este último llegar a ser permanente. Los niveles de TSH
y T4L están alterados y se suele encontrar niveles altos
de T4 y bajos de TSH al principio y al contrario en la
fase tardía. La VSG y la PCR están muy elevadas, pero
los anticuerpos antitiroideos suelen ser negativos.
Suele tratarse con beta bloqueantes en la fase de inicio
y AINEs y corticoides en la fase hipotiroidea.
Tiroiditis inducidas por agentes farmacológicos
o por radiación
El hipertiroidismo por amiodarona no es muy frecuente,
pero sí en ciertas zonas -como muchas de España-, con
déficit dietético de yodo. El subtipo I responde bien a
antitiroideos, y el subtipo II a dosis altas de
corticoides. Si la causa es Interferón alfa o
interleukina-2 se trata igual que la EGB.
Las tiroiditis por radiación suelen ceder en unos pocos
días, aunque puede haber exacerbación del
hipertiroidismo.
El Régimen Ancestral
La mayoría de patologías tiroides, sobre todos las de
causa autoinmune -según nos refiere Seignalet sobre su
experiencia clínica-, presentan una clara remisión con
el el Régimen Ancestral -algo menos en la Tiroiditis de
Hashimoto-, si bien, se deben observar también los
tratamientos farmacológicos de cada caso. En la mayoría
de ellas es posible llegar a la supresión total o
parcial de los fármacos.
Nota:
En
La Web de la Artritis Reumatoide, además de un consultorio
on line, dispone de descripciones de
otras muchas patologías comprendidas entre las reumatológicas,
neurológicas, autoinmunes en general
y de las denominadas de
ensuciamiento y
eliminación.
URL: La Web de la Artritis Reumatoide