La
Nefropatía por IgA (NIgA), también
llamada Enfermedad de Berger o Glomerulonefritis
Sinfaringítica, es la forma más común de glomerulopatías
(inflamación de los glomérulos renales) y se caracteriza
por depósitos de anticuerpos IgA en los glomérulos,
sobre todo en el tejido llamado mesangio. Es una
enfermedad silenciosa que puede pasar asintomática y
desapercibida por muchos años, pero, normalmente,
evoluciona progresiva y más o menos rápidamente a una
insuficiencia renal crónica.
La Nefropatía por IgA parece afectar por igual a los dos
sexos, con ligera tendencia a los hombres, y,
normalmente, desde la adolescencia hasta los 40 años de
edad. No se sabe cual es la causa y, aunque se han
descritos varias correlaciones genéticas, no existe un
patrón consistente que sugiera la existencia de un gen
susceptible. Entre otras hipótesis, parece aceptarse una
disrregulación inmunológica de linfocitos T y otros
posibles factores genéticos.
Existen otras varias patologías asociadas a un depósito
de IgA, siendo la más conocida la púrpura de Henoch
Schoenlein, que se considera una forma sistémica de la
Nefropatía por IgA, pero en ésta la lesión, con o sin
cicatrices, suele sanar en la mayoría de los casos.
Entre las muchas enfermedades que pueden cursar con
glomerulopatía similar a la nefropatía por IgA, se
encuentran el Lupus Eritematoso Sistémico, la
Espondilitis Anquilosante, Psoriasis, Dermatitis
Herpetiforme, Enfermedad celíaca, Colitis Ulcerosa,
Enfermedad de Crohn, Enfermedad mixta del tejido
conectivo, Polimiositis, Policitemia, Linfoma no Hodgkin,
Granulomatosis de Wegener, Crioglobulinemia mixta,
Cirrosis, Esteatosis, Fibrosis, algunas neoplasias y
diversas alteraciones endocrinas.
El síntoma más común es la hematuria (presencia de
sangre en la orina) microscópica o macroscópica e
hipertensión arterial,, pero, a medida que avanza, se
pueden ir observando complicaciones como hinchazón
de manos y pies, infecciones de las vías respiratorias,
problemas intestinales, síndrome nefrótico y la
insuficiencia renal aguda o crónica.
Para el diagnóstico se suelen evaluar los hallazgos
clinicopatológicos y las modificaciones de la función
renal. Los signos clínicos más comunes suelen ser la
hematuria macroscópica y la hipertensión, mientras que
los análisis muestran elevada proteinuria y nitrógeno
ureico en orina, y en sangre aumento de IgA y creatinina
(y ligera elevación de PCR y ASLO), así como factor
reumatoide de tipo IgA. Puede haber presencia de los
antígenos HLA BW35 y HLA DR4. La biopsia renal se suele
hacer para confirmar el diagnóstico.
La complejidad de la patogenia hace que no exista un
tratamiento uniforme y eficaz para modificar la
Nefropatía por IgA. El tratamiento es conservador y
sintomático, dirigido al control de la insuficiencia
renal y de la hipertensión arterial. Se suelen
prescribir corticoides, inmunosupresores citotóxicos,
inhibidores de la ECA, micofenolato mofetil y otros,
pero los enfoques terapéuticos son tan innumerables como
las controversias en su uso, entre ellos, la
tonsilectomía (extirpación de amígdalas). Sí parece ser
de mucha utilidad la toma adicional de ácido omega 3.
Algunas glomerulopatías primarias tienen buen
pronóstico, pero otras conducen a la insuficiencia renal
terminal. En los casos de la Nefropatía por IgA, sobre
un 20 %. En algunos casos, los pacientes pueden
permanecer largos períodos relativamente estables, sin
sanar, pero sin empeorar ni llegar a la insuficiencia
renal terminal.
El Régimen Ancestral
El Dr. Seignalet nos hace una detallada y convincente
exposición (citando además a otros autores que comparten
sus hipótesis) de cuáles son las causas y cómo se
origina la enfermedad, llegando a la conclusión
-refrendado además por varias experiencias clínicas- de
que el Régimen Ancestral es capaz de detener la
inexorable evolución de la Nefropatía por IgA (y otras
glomerulopatías) en casi todos los casos.
Es necesario entender la imposibilidad de recuperar los
glomérulos ya destruidos por la enfermedad, pero sí hay
posibilidad de recuperar los inflamados y volverlos a un
estado normal. La acción del Régimen se observa
fácilmente en la bajada de la tasa de creatinina
(indicador de la función renal), mayor cuanto antes se
inicie y menos sean los glomérulos afectados.
Nota:
En
La Web de la Artritis Reumatoide, además de un consultorio
on line, dispone de descripciones de
otras muchas patologías comprendidas entre las reumatológicas,
neurológicas, autoinmunes en general
y de las denominadas de
ensuciamiento y
eliminación.
URL: La Web de la Artritis Reumatoide