Pardo: negación de caricias
en los subterfugios torcidos
donde la voz se esconde.
Parda
la saliva que tiembla entre los dientes
para acallar
sepulcros pintados de azul y rojo.
Pardo el dolor y parda la tristeza
que no se atreve a revivir
canciones antiguas de leyendas cómplices:
el silencio sepulta en azufre
los besos de la tarde.
Calafate de negros misterios
apuntalando las palabras entre puños,
miedo al miedo,
ojos manchados por el barro,
dolor,
azucenas rotas que nunca
sabrán si podrán renacer en la deriva
de los amaneceres baldíos.