Rincón de la Poesía
Joaquina Oliva
Madrid
Liberación
De la nada venimos y a la nada
nos vamos.
Al resucitar de la muerte,
entre maderas y gusanos, se ve
cómo fue la vida con mucho
entusiasmo.
El cuerpo se corroe lentamente.
de las cadenas de la vida, mirando
con horror el infierno con las
llamas encendidas.
Al morir reposas de lo vivido,
aunque haya sido bueno, pero
siempre con algunos contratiempos.
Todos los que se van ya no vuelven.
Seguro que están bien y venir no
quieren.
La muerte es la resurrección que
todos esperamos, pero al final
de la vida, nadie allí queremos
encontrarnos.
Ese día es triste. Todos lloran la
desdicha. El que muere queda
libre de las cadenas de la vida.
Las cadenas aprietan poco a poco
hasta que te ahogan sin que te des
cuenta. Por eso nadie debe de
entristecerse cuando alguien muere.
Luego permanecerán los recuerdos
y siempre en las bocas de los demás
estarán, hasta que pasado algún tiempo,
en el olvido todo quedará.
El fin de la existencia con alegría se
debe de esperar, cantando la sinfonía
del desenlace crucial.
En la vida se espera a la muerte.
Cuando llega la muerte vives la vida.