Rincón de la Poesía
Maximiliano G. Braslavsky
Argentina
Dejaré mi cielo en tus manos
Dejaré mi cielo en tus manos
aquella confianza
que nos brindo el tiempo y la vida,
siendo tu mi lápiz y enseñanza
donde nacen mis ideas y duerme mi alma.
Caminaré por tu camino
pensando en nuestro presente;
pero asimismo en la primera vez que abrí
los ojos
y decidí existir para descubrir la
felicidad,
en aquel sublime beso
que alumbro la oscuridad en donde me
refugiaba
y solía ser el esclavo de mi propia
frustración.
Sabré que tu alma pura,
ave que nunca cesa de volar
y de regalarme la felicidad con tanta
simpleza
me reinvento,
logrando convertir mis gritos en la
sonrisa que desconocía
y ahogando el odio que llegue a tenerme
en la alegría de poder crear mi presente.
(Tanto tuve que lo lamía de mis labios
golpeados
para que no escapara. Me había
acostumbrado a sufrir
conocía hasta su gusto amargo y su
apariencia rojiza y muerta,
al igual que su creador.)
Nunca dudare de mi amor hacia ti
porque en las mañanas
al despertar lo primero que oigo
es el viento susurrar tu nombre al pasar
por mis oídos,
y contemplo el mar que nace en tus ojos al
sollozar de risa
mientras me pierdo en el más bello camino,
tu sonrisa.