Les hablaba el pasado mes de las eléctricas, del enmarañamiento de la factura de la luz y del
enorme chollo -al estilo mafia siciliana- que les suponía su turbio y oneroso negocio.
Naturalmente, también incluía en el repaso a sus fieles y devotos feudatarios que se encargan de la
gobernanza y de conferir santo y seña de legalidad a todo cuanto hacen los mandamases del cotarro
lumínico.
Y, mostrando mi extrañeza sobre la intervención del Gobierno en la pretendida subida para enero, la
anulación de los resultados de la última subasta y el radical cambio desde un 13 % a sólo un 2,3 %,
les escribía: "En el recién terminado año 2013 ha
habido cuatro subidas en el recibo
de la luz. Y comienza 2014 con un
nuevo incremento, que las eléctricas, tras repartirse el pastel de la última subasta al más puro
estilo Don Fulano, pretendían entre
el 10 y el 13 %, y que,
sorprendentemente, por intercesión del Gobierno y sin que se nos
haya explicado la increíble regla
de tres usada en los argumentos,
parece que será rebajada a sólo un 2,3
%. Una "leve" subida que, para no
quebrar el hilo de la historia,
continuará su escalada a lo largo
de todo el año..."
Y, hete aquí que los compadres de la cosa energética, resabiados y mohínos por aparecer siempre
como los malos de la película, hasta el moño de que se les considere ante la opinión pública como
responsables únicos de la mafiosa tufarada con que vienen envueltos los recibos de la luz, como movidos por un resorte, todos a una y
ocupando páginas enteras de toda la prensa nacional, nos desvelan meridianamente todos y cada uno
de los conceptos que suman los costes de la factura de la luz. Y que, poniendo de lo suyo -luz-
allí donde sólo había oscuridades, son los siguientes (tomando como fuente Iberdrola, ABC,
20-1-2014):
Energía consumida en Kwh. 25,5 %.
Transporte y líneas eléctricas; 12,5 %
Total del importe que cobran las compañías: 38 % del recibo emitido.
El resto son
costes ajenos que se desglosan de la siguiente forma:
Políticas fiscales: 30,1 %
Políticas medioambientales: 19,0 %
Políticas territoriales: 3,7 %
Ayudas sociales: 2,5 %
Otros: 6,7 %
Total de costos ajenos a las compañías: 62 % del recibo emitido.
Naturalmente, este 62 % de cada recibo, casi dos tercios del total cobrado -sorprendente y
mayúscula barriga de sebo y grasa puesta al descubierto al perder su disfraz de camuflaje-, viene impuesto y se lo
llevan y reparten el señor ministro de Hacienda y, debemos suponer, otros colegas ministeriales.
Saber ahora que las compañías eléctricas sólo se llevan un 38 % de lo que nos cobran en cada recibo
no cambia para nada las opiniones manifestadas en "Hágase la luz", puesto que la falta de claridad
en todo cuanto atañe al suministro eléctrico es obvia, como asimismo que el sector energético
español necesita con toda urgencia una auténtica reforma que haga saber con exactitud la capacidad
de generación que tiene el país, el costo real de las diferentes fuentes (hidroeléctricas, nuclear,
carbón, gas y petróleo, renovables, etc.), la dependencia energética del exterior, el modelo
energético que se quiere seguir y, por supuesto, la revisión del modelo de subastas CESUR, con
muy especial atención a la intervención de Banca, agentes financieros y demás intermediarios.
Lo que sí es imprescindible es restarle un algo de protagonismo al Don Fulano de la historia -el
que nos vendía la luz como le salía del pito-, para, con toda justicia, otorgársela a la otra
parte, a nuestros bien
amados gobernantes, quienes, en un alarde de habilidad, conseguían mezclar consumo con imposiciones
contributivas y potencia con fiscalidades diversas hasta presentar una impecable factura en la que
no se advertía otra cosa sino que casi todos los euros de su importe pasaban a los bolsillos de los
emisores de los recibos, es decir, las compañías eléctricas..
Pues nos ha quedado claro quién cocinaba el pastel. Y quién se lo comía...
Claro que ya aquí, ante tan respetables señores, no es procedente hablar de Camorras o Cosa Nostra mafiosas, ni
que haya un líder como Don Fulano dirigiendo Ministerios o entresijos del gobierno. No, de ninguna
manera, no podemos dudar de nuestros competentes, inteligentes, preparados, honestos y
sacrificados gobernantes, de cuyo recto proceder... hip... tenemos continuadas muestras y no nos cabe el
menor recelo... Hip...
Nada, un poco de hipo... Esperen que me eche otro chorrito...
Bueno... Dicho esto, y como ya se le va viendo el fondo a la botella, hip..., permítanme que levante
mi copa y brinde, hip..., por el ministro de Hacienda, por el de Industria, hip..., por Rajoy...
por la ministra del tabaco, y la del paro..., y..., por
todos, coño, por toda esta gente tan honorable que nos han tocado en suerte... Hip... ¿Queda claro, no? Pues
añadan ustedes lo que quieran que yo me voy a dormir...
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