CAMBIO DE PLUMAJE EN EL 90

Porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino.
Amado NERVO


I

Lunes, doce de Marzo, claro día
tras aguantar la tormentosa noche,
dos hombres patrullando sobre un coche
inmersos entre el agua que caía.

Mas al runrún de la monotonía
sin otro comentario ni reproche,
con aquel patrullar ponen el broche
a algo que en mente atrás se quedaría.

De ropaje hoy cambió la Policía,
retomando el que hubiera ya tenido,
dejando arrinconado en el baúl

a aquel mixto, que no correspondía,
el cual durante un tiempo hubo vestido,
volviendo al sin igual color azul.


II

El que llegó al final a duras penas
tal vez porque viniera retrancando,
pues tiempo hace que andaba palpitando
aun sin ser sangre ni correr por venas.

Los ríos, poco a poco van entrando
en sus cauces besando sus arenas,
las lunas, tras nacer se vuelven llenas
y en su vivir se van transfigurando.

Nosotros seguiremos de igual forma
puesto que de colores no entendemos
y nuestra única meta es la razón,

por la que a toda costa lucharemos
unidos, eslabón con eslabón
sin que nada se salga de su horma.


III

Con el color, la imagen ha cambiado,
se avista en otro plano diferente,
plano que saca fuera del ambiente
a aquél que hoy al desván se ha arrinconado.

Mas ahora con el barco repintado,
hecho éste, a todas luces inminente,
crucemos por el mar, serenamente
dejando en él un rumbo bien marcado,

de forma que una vez aquel fijado,
yendo a favor y no a contracorriente
se consiga arribar en un buen puerto,

sin un peligro a ser antes varado
por faltarle el empuje suficiente
quedando sin amparo a mar abierto.



Premio Santos Ángeles Custodios
Patronos de la Policía Nacional
Ciudad Real, 1990