Rincón de la Poesía
Joaquina Oliva
Madrid
El GRAN CIRCO
Cuando me acuesto, me despido
del día, quedando mi mente en blanco,
para poder descansar de todo lo del día
trabajado.
Empiezo a contar elefantes, para no
acordarme de nada, pero las horas pasan
y yo sigo con la manada, los ojos no se
cierran y ahí estoy yo, intentando pegarlos,
pero al final me levanto con los ojos como platos.
Los elefantes que voy contando
cuando pasan por mi lado, se suben
a un gran trampolín y de uno en uno
se van tirando.
Raro es contar elefantes, porque todo
el mundo cuenta ovejas, pero yo cambio
la tradición, porque con los elefantes,
los ojos a veces se me cierran.
Y así puedo soñar, soñar con un gran circo
lleno de espectadores, todos alrededor del gran payaso,
que se guarda todo lo que a sus manos llega,
y los demás aplaudiendo por todo lo que
el hazmerreir a su casa se lleva.