Rincón de la Poesía 

Dean Simpson
Boston, EE.UU.







Poltrona


En esta poltrona de cuero me estiro.
Era de mi buen amigo, ahora difunto.
Me gusta sentarme aquí
y contemplar la argamasa existencial
entre su vida y mi muerte.

Tengo un estilo andrógeno de pensar ya
porque paso de asignar hormonas a todo.
En el cuestionario de la vida dejo todo en blanco
porque no me gusta que me hagan preguntas.
Probablemente por ser profesor
no tengo las respuestas.

En mi poltrona hago servicio a la inercia.
El sol entra por las ventanas sucias,
y los olores y el polvo se acumulan alrededor.
A menudo los desvíos ofrecen más dirección,
sobre todo cuando el recuerdo los legitima.

Desde mi poltrona no veo la dinamita de la vida,
incluso pensando a toda mecha.
Pinto las impudicias de mi biología
con un tulipán salvavidas.
Dentro hay un flacucho a la deriva
que flota en su barco de necios.

Siempre necesito un momento
para recordar mis anestesias.
Tengo la biología como el atardecer.
Antes necesitaba un chaleco antibalas.
Ahora ando con el corazón en la solapa.

Voy contra las fuerzas de la descomposición.
Cuando tengo ese hambre interior
escribo ideas como un bol de frutas,
disparando suspiros como un perro mojado
cuando se sacude.
Un día menor, otra noche mayor. Respira.

Esclavizo a los recuerdos
porque ms planes están en paro
y tengo que vivir de algún capital mental.
Todo esto es como un dibujo animado
de los años cuarenta.

Me gusta contar con las luces apagadas
porque es como añadir
a lo que desaparece por su propia cuenta.
Lo mío es una descendencia en miniatura,
como una casa de muñecas,
pero las cosas dentro se mueven sin mano ajena..

Los que escuchamos música constantemente
intuimos que hay algo más, si no distante,
pero no quiero que me recuerden
como el de los auriculares y el bostezo perpetuo.

Los poemas son como las migas-
son algo que queda después del banquete,
quizás un camino que sigues a otro sitio,
pero tarde o temprano alimentan a otros pájaros.

Hay un montón de migas y otras cosas
entre los cojines de esta poltrona,
algunas son mías,
otras seguramente son de mi amigo.











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