Te quise 16



Te quise porque eres mi media naranja
y yo soy tu medio limón.
Cuando amarillo y cítrico estoy,
tus labios reconocen a mis labios
y dulcificas mis gotas de amargura
con el estrujón de un simple abrazo.

Te quise porque nos encontramos a diario.
Somos dos seres con muchos enseres,
rodeados de bártulos por encima y desde abajo,
y entre el ático y el sótano
siempre hay un pasillo para vernos
y decir que te quise.

El corazón es grande
y no todo es pasión, ni de intermedia.
Hay vagancias de sangre, errores arteriales.
Con legaña y ojeras tabulo las minucias cotidianas
con un calendario y una calculadora.
Te digo que eso coagula mucho,
pero siempre vuelo al corazón
donde encuentro el latir automático
del te quise vital.

Te quise sin escalafón militar,
sin órdenes ni armas,
porque esto no es una guerra.
Si no te quisiera
y en combate realmente estuviese,
sería perpetuamente un soldado raso
saludando al vacío
volviendo al principio
para intentar de nuevo.

En resumen,
te quise de carnaval,
de supermercado,
de grúa,
y de solapa.
Te quise porque tengo tiempo
aunque a veces no hay suficiente.
Te quise porque no he de explicar las metáforas,
porque es igual un poema a un toque,
y prefiero abrazarte en persona.