TU PRESENCIA ME ENSIMISMA


Efímera es tu vida, ¡bella flor!,
que diez horas tan sólo ella te dura,
a pesar del grandor de tu hermosura
dado al intenso tono de tu albor,

del que emana un volcán de resplandor
que ilumina tu excelsa donosura,
que aunque corta de vida eres tan pura
que a la vista ensimisma tu color.

Cuanto más se te mira, más te adentras
en el alma; y al tiempo más encuentras
una sensacional satisfacción.

Un placer dilatado, inexplicable,
puede que a pocas cosas comparable,
“difícil de aportar explicación…

¡ESTA ESTAMPA NO ES FÁCIL ENCONTRAR,
PARA DE ELLA A LO SUMO DISFRUTAR…!




VUESTRA PRESENCIA ME INSPIRA

Una flor se marchita y da la vida
para granar el fruto de su esencia,
va dejando su ser y su existencia
mientras prepara el paso a su partida.

La flor hermana, abierta muy florida
que quiere deslumbrar con su presencia,
para que su sensual reminiscencia
nunca pueda pasar inadvertida.

Erguida en plenitud se nos presenta,
con esa acción quizá tal vez intenta,
a la vista dejar impresionada.

Se le nota su ardiente coqueteo
o cierta insinuación a un escarceo,
porque está del espacio enamorada.

¡PARECE QUE DECIR ALGO QUISIERA;
Y TEME POR SI NO SE LE ENTENDIERA…!

A Emiliano, A SU DEDO Y A SU CÁMARA MILAGROSA.




EN UN MOMENTO JUSTO PARA LA ETERNIDAD

I
Muriendo la rosa estaba
y el fotógrafo la vio;
y aquí la inmortalizó
y de esta forma quedaba.
Mientras la fotografiaba
parecía que la rosa
ayer, tan bella y hermosa
no podía fenecer,
pero hoy la podemos ver
como agoniza silente,
como su vida latente
la termina por perder.

II
Del agua que el vaso tiene
se hubo estado alimentando,
pero se le fue agotando
el oxígeno que tiene.
Al no respirar, le viene
un desmayo repentino
que es el fin de su camino
que le arrastra hasta la muerte,
¡no fue muy buena la suerte
y el tiempo la traicionó,
la vida le arrebató
y sobre el vaso se vierte.
LA ROSA SU VIDA ENTREGA
POCO LE VALIÓ SU BREGA.



Fotografías, Emiliano.