Reseña biográfica.
Juan Ramón Biedma nace en Sevilla en 1972. Estudia Derecho y se dedica durante años a la
gestión de emergencias, actividades que ha compartido con las de locutor de radio, guionista y
crítico cinematográfico así como colaborador en diversas publicaciones y antologías (La lista
negra, Libertad Condonada y otros relatos, La Biblia-El libro, Aquelarre…)
Su debut, como escritor, se produce en 2004, con la novela titulada El manuscrito de Dios, a
ésta le seguiría El imán y la brújula, considerada la mejor novela policiaca del 2007, El
efecto Transilvania (2008) y la novela gráfica Riven. La ciudad observatorio. En junio de
2010, publica El humo en la botella premio Novelpol y considerada por la Gangsterera como la
mejor novela del 2010. En febrero del 2011, aparece Antirresurrección, nominada al Novelpol
2012 y al premio Celsius a la mejor novela fantástica del año.
En septiembre del 2014 es galardonado con el Premio Valencia de Novela Negra convocado por la
Diputación de Valencia por su obra Tus magníficos ojos vengativos cuando todo ha pasado
(publicada en febrero de 2015). Acaba de salir al público su última novela titulada La lluvia
en la Mazmorra (Versatil narrativa).
Como señalaba Francis P. Fernández en la revista Prótesis, en febrero de 2011: “Si algo
caracteriza a Biedma aparte de su enorme talento como escritor es, indudablemente, su
capacidad inagotable para dar siempre una vuelta de tuerca más… Su habilidad para sorprender
al lector cuando ya parece imposible es, justamente, el rasgo que más admiramos en él sus
seguidores. Con Biedma nunca sabes a qué atenerte porque nunca hay reglas inviolables…”.

Juan Ramón amablemente me ha concedido una entrevista para todos los lectores de la revista
literaria
Arena y Cal, revista que estima en gran medida de ahí que no me haya puesto ningún
inconveniente para que le entrevistase.
P. ¿Cómo fue posible que un licenciado en Derecho se haya convertido en escritor?
Nunca llegué a licenciarme en Derecho; hubo un momento, con la carrera ya muy avanzada, en el
que decidí que, aunque me viera forzado a trabajar en cualquier otra cosa para sobrevivir,
como así fue durante muchos años, había una profesión a la que nunca me dedicaría -la de
abogado- y otra a la que haría todo lo posible por dedicarme -la de escritor.
P. ¿Cuál era el ambiente cultural y político en la Sevilla de finales del siglo XX?
Desgraciadamente, Sevilla, con honrosas y casi heroicas excepciones, es una ciudad con
gravísimas carencias en estos terrenos, con una gran falta de agitación cultural y una más que
palpable apatía en cuanto al compromiso político, carencias que siguen apreciándose hoy día.
P. Usted empezó a escribir cumplidos ya los treinta años. Su primera novela, El
manuscrito de Dios es de 2004. ¿Se le puede considerar como un referente de los escritores
vanguardistas de la España del s. XXI?
En realidad, yo he escrito prácticamente desde siempre, con el propósito firme de formarme,
durante mucho tiempo sin ni siquiera compartir mis historias. El momento en el que comencé a
publicar en circuitos comerciales, en una época en la que apenas existían los cibermedios
actuales, es casi accidental, a través de un concurso al que envié una novela pensando que no
encajaba con lo que exigían las bases.
Sería muy ostentoso por mí parte asignarme el papel de referente, pero sí es cierto que no me
imagino que ninguna gran editorial acepte publicar una historia tan transgresora como aquélla
en nuestros días.
P. ¿Quiénes fueron tus maestros en el arte de las letras?. ¿A qué escritores admiras más en la
actualidad?
Mis influencias son incontables, claro, pero podríamos citar a un francés (Zola), un argentino
(Sábato), un inglés (Greene) y un español (Buero).
Igualmente, la lista de los escritores en activo a los que admiro es mucho más larga, pero
citaré a dos compañeros en plena efervescencia: Montero Glez y Carlos Zanón.
P. ¿Cuánto tiempo tarda en escribir una novela? ¿Le vienen las ideas de repente y se pone a
escribir o se sienta y va elaborando el guión para desarrollar la novela?
Mis novelas son producto de un minucioso trabajo de planificación, dividido siempre en dos
plazos, un primer proceso de creación de la historia hasta en sus más minúsculos detalles y un
segundo paso, de escritura propiamente dicha, a veces más cercano a la ingeniería que a la
literatura.
P. Sus novelas son policíacas (muchas de ellas galardonadas con prestigiosos premios) y
algunas fantásticas. ¿Pretende evadirse de la realidad social o bien a través de ellas critica
de algún modo nuestra decadente y consumista sociedad como lo hace Leonardo Padura?
Ni a través del fantástico ni del policiaco he pretendido alejarme nunca de la realidad ni del
compromiso crítico, se trata únicamente de encontrar el medio más útil, sin renunciar nunca al
valor literario.
P. La mayor parte de sus novelas están ambientadas en su Sevilla natal. ¿Existe algún motivo
especial para ello?
Por una parte hay una lógica implacable en escribir sobre lo que conocemos (o estudiar a fondo
aquello sobre lo que vamos a escribir) si queremos aportar un punto de vista verdaderamente
valioso sobre escenarios ya muy trillados en la mayoría de los casos.
Pero además, y con esto conectamos con la pregunta anterior, creo que existe una especie de
responsabilidad de denuncia de los males de nuestro entorno más próximo por parte del
escritor.
P. Respecto a su última novela La lluvia en la Mazmorra. ¿A qué se debe ese título?
La Mazmorra es el nombre de una mansión en la avenida de la Castellana,
el Madrid donde
transcurre gran parte de la acción de la novela: un velatorio inacabable al que se van sumando
más y más invitados, por más que el muerto ya no lo sea.
El título tiene un segundo significado en el que se hace referencia a la soledad en la que
viven recluidos los personajes, incapaces de comunicarse entre sí.
P. ¿Le costó mucho trabajo el escribir La lluvia en la Mazmorra?
Además del largo proceso de documentación que implica una novela situada en un periodo
histórico reciente, la principal dificultad surge al incluir a un personaje real como Enrique
Jardiel Poncela en el elenco protagonista de la historia. Más aún cuando me propuse que gran
parte de sus diálogos procedieran de manifestaciones reales del propio autor.
P. ¿Quiénes son los protagonistas de la novela?. ¿Y los antagonistas?
Además de Jardiel, nos encontraremos a una joven dramaturga dispuesta a triunfar a cualquier
precio, un sereno de oscuro pasado metido a investigador y una apática profesora de educación
especial víctima de una confabulación política de enormes proporciones con la que no tiene
nada que ver y ante la que debe que reaccionar, poniendo en marcha su vida, para sobrevivir.
Los antagonistas son los miembros de Unión Patriótica, el partido único de la dictadura, una
formación paramilitar facistoide muy en la línea de lo que serían agrupaciones como falange o
el partido nacional socialista en Alemania.
P. ¿Cómo definiría el estilo de La lluvia en la Mazmorra?
Suelo decir que es una novela concebida como un libreto teatral, construida como una novela
histórica y articulada como una novela de misterio, al estilo de las que hacían autores de
entreguerras como Edgar Wallace o Dorothy L. Sayers.
P. ¿Por qué ha elegido el tiempo convulso de finales de la monarquía de Alfonso XIII para
ambientar esta novela?
Precisamente por ser un momento no de transición sino de ruptura entre dos periodos históricos
completamente distintos, los cambios se reflejan en la población como una niebla que confunde
y polariza todos los movimientos sociales. La clase de atmósfera en la que cualquiera desearía
situar una novela.
P. En La lluvia en la Mazmorra hace un recorrido por el Madrid de finales de la década de los
veinte del siglo pasado. ¿Qué pretende al reflejar a todos los estratos sociales de aquella
época?
Además del retrato histórico, me interesa poner de manifiesto la desigualdad social -tan
semejante a la que padecemos en la actualidad- y el fenómeno también muy actual de haber
atravesado tanto entonces como ahora una época de bonanza económica que no se ha aprovechado
para cambiar la naturaleza del país.
P. ¿Qué documentos utilizó para escribir La lluvia en la Mazmorra?
Lo cierto es que para mi novela El imán y la brújula ya acumulé una gran cantidad de
bibliografía sobre la época que me ha sido muy útil con esta nueva novela; la he ampliado, por
supuesto, con monografías específicas y he seguido buceando en hemerotecas de las que he
conseguido gran cantidad de datos que he incorporado a la historia.
Por otra parte, hay que citar la obra completa de Jardiel, todos y cada uno
de los libros y artículos que he encontrado en torno a su figura, lecturas múltiples sobre la
“otra generación del 27”.
P. ¿Cómo finaliza la novela? ¿Cree que tendrá el mismo éxito que sus novelas anteriores?
La novela tiene desenlace muy propio del teatro jardielesco, con un guiño al humor del absurdo
y también a los finales tópicos de las novelas de misterio con el que invito al lector a
compartir sátira respecto a dichos clichés.
En cuanto al éxito, nunca especulo sobre temas cuyos mecanismos desconozco.
P. ¿Está previsto que La lluvia en la Mazmorra se traduzca a más idiomas que el español?
Es precipitado aún hablar del mercado internacional, habrá que dejar que la novela tenga
cierto rodaje, presentarla a las ferias de compraventa de derechos, dejar actuar a mi agencia
y a la editorial. Lo que sí está pactado es la publicación en América Latina dentro de pocos
meses.
P. ¿Seguirá escribiendo novelas policíacas y fantásticas o buscará nuevos derroteros, nuevos
tipos y maneras de novelar?.
Bueno, mi agente intenta convencerme de que escriba una novela sin género y creo que se va
acercando el momento; por lo pronto tengo un par de novelas negras en preparación, muy negras
y muy contemporáneas, con las que me apetece sumarme a las barricadas de los tiempos de
cambios que está experimentando el país.
P. ¿Cuál será su próxima obra? ¿Tiene ya alguna en mente?
Como comentaba en la pregunta anterior, estoy trabajando casi simultáneamente en dos novelas
verdaderamente negras y duras, ambas en proceso de planificación, y aún no tengo muy claro por
cual me voy a decidir. Por ahora me centro en la promoción de La lluvia en la Mazmorra.
Muchas gracias Juan Ramón Biedma por concederme esta entrevista que estoy seguro te agradecerá
desde el director de
Arena y Cal Alfonso Estudillo hasta el último lector que acaba de entrar
en ella. Además, sé que me has concedido esta entrevista, a pesar de tener bastante trabajo
que hacer, porque admiras y te interesa
Arena y Cal, al igual que todos nosotros admiramos y
seguimos tus obras literarias. Estamos seguros que tu última novela
La lluvia en la Mazmorra
será todo un éxito como lo fueron las anteriores.
Recibe un cordial saludo de todos los
lectores de
Arena y Cal.
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